Frases de Eckhart Tolle

La vida es el bailarín y tú eres el baile.

La principal causa de la infelicidad no es la situación, son tus pensamientos sobre ella.

Mientras el ego maneje tu vida, hay dos formas de ser infeliz. Uno es no obtener lo que deseas y dos obtener lo que quieres.

El pasado no tiene poder sobre el presente.

Todos los problemas son ilusiones de la mente.

La causa primaria de la infelicidad nunca es la situación, sino tus pensamientos sobre ella.

He vivido con varios maestros Zen, todos ellos gatos.

Reconciliarse es pasar por alto, o más bien mirar más allá del ego, para ver la cordura que hay en todo ser humano, que es su esencia.

No podemos llegar a ser buenos esforzándonos por serlo sino encontrando la bondad que mora en nosotros para dejarla salir.

Encuentra la bondad que ya está dentro de ti.

La mayoría de personas nunca están completamente presentes en el ahora, porque inconscientemente piensan que el siguiente momento será más importante que este.

La aceptación se parece a un estado pasivo, pero en realidad trae algo totalmente nuevo a este mundo. Es paz, vibración de energía, es conciencia.

La vida te dará la experiencia más útil para la evolución de la conciencia.

La verdadera inteligencia opera silenciosamente. El silencio es donde la creatividad y las soluciones a problemas se encuentran.

El poder de crear un mejor futuro está contenido en el momento presente: uno crea un buen futuro creando un buen presente.

Cuando estás presente, puedes permitir que la mente sea como es sin enredarte en ella.

Todas las cosas que realmente importan, la belleza, el amor, la creatividad, la diversión y la paz interior surgen más allá de la mente.

La vida no es tan seria como la mente pretende hacernos creer.

Donde quiera que estés, está allí totalmente.

La presencia es cuando ya no esperas al siguiente momento, creyendo que el siguiente momento será más pleno que este.

He vivido con muchos maestros Zen, muchos de ellos gatos.

La culpa, el arrepentimiento, el resentimiento, la tristeza y cualquier forma contraria al perdón, es causada por un exceso de pasado y una falta de presente.

La conciencia es el mayor agente para el cambio.

El cansancio, la ira, la tristeza o el miedo no son tuyos, ni personales. Son circunstancias de la mente humana. Vienen y van. Nada que viene y se va es de ti.

Es a través de la gratitud por el momento presente que se abre la dimensión espiritual de la vida.

El poder para crear un futuro mejor está contenido en el momento presente: Creas un buen futuro creando un buen presente.

Hay un delicado equilibrio entre honrar el pasado y perderse en él.

En una relación, mientras más pasado se comparta, más presente se debe estar.

El aburrimiento, la ira, la tristeza o el miedo no son «tuyos» ni personales. Son condiciones de la mente humana. Ellos van y vienen. Nada de lo que va y viene eres tú.

En lugar de ser tus pensamientos y emociones, sé consciente de ellos.

El pensamiento es una herramienta maravillosa si se aplica. Pensar, sin embargo, no puede convertirse en el maestro. Pensar es un mal amo. Si está dominado por el pensamiento, entonces su vida se vuelve muy restringida.

Los prejuicios de cualquier tipo implica que usted está identificado con la mente pensante. Esto significa que usted no puede ver el otro ser humano más, pero sólo su propio concepto de ese ser humano. Para reducir la vitalidad de otro ser humano a un concepto ya es una forma de violencia.

No busques paz. No busques ningún estado que no sea en el que estás. De otro modo, generarías un conflicto y una resistencia inconsciente.

Perdónate por no estar en paz. En el momento en el que lo aceptas, tu ausencia de paz se transformará en paz.

Ser espiritual no tiene nada que ver con lo que eres. Ser espiritual no tiene nada que ver con lo que crees, tiene que ver con tu estado de conciencia.

Trascender el mundo no significa retirarse del mundo, dejar de actuar o dejar de interactuar con las personas. La trascendencia del mundo es actuar e interactuar sin egoísmo.

Reconocer la propia locura es, por supuesto, el surgimiento de la cordura, el comienzo de la curación y la trascendencia.

Cuando hay un despertar espiritual, te despiertas a la plenitud, la vitalidad y también a la santidad del ahora. Estabas ausente, dormido y ahora estás presente, despierto.

La mayoría de la gente no sabe escuchar, porque la mayor parte de su atención está ocupada por el pensamiento.

El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza.