Frases de Despedida

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  Las peores despedidas son esas que no se dijeron.
  

  
  
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  No llores porque algo haya terminado, sonríe porque ha sucedido.

  
  
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  Las despedida solo significan "te echaré de menos hasta que nos reencontremos".
  

  
  
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  Dos de las cosas más difíciles en la vida es decir hola por primera vez y decir adiós por última.

  
  
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  Ya ves que es tan honda la pena sentida, que nada hay más triste que el último adiós.
  

  
  
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  El adiós es muy corto, pero nuestra amistad es para siempre.

  
  
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  Decir adiós no siempre es motivo de tristeza. A veces es una señal de que la vida tiene preparadas nuevas y bonitas aventuras.
  

  
  
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  ¿Cómo le dices adiós a alguien que no te imaginas poder vivir sin él?
  

  
  
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  Cada noche, después de tu adiós, mi corazón se congela.
  

  
  
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  Algunos de los momentos más bonitos de mi vida los he pasado a tu lado, y eso nunca lo olvidaré.
  

  
  
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  No importa la distancia que nos separe, lo que nos une prevalecerá.
  

  
  
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  Esto no es un adiós, querida, es un gracias. Gracias por llegar a mi vida y traerme tata alegría.

  
  
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  Me has cambiado para siempre y por eso mismo nunca te olvidaré.

  
  
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  En la vida, todo final es un nuevo comienzo. Yo ya estoy deseoso/a de ver el tuyo.
  

  
  
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  El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirnos de nuevo.

  
  
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  Sí, me apena tu marcha. Pero me enorgullece saber que gente nueva podrá disfrutar de ti.
  

  
  
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  Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida.

  
  
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  Si algo me has enseñado, es que todo es posible, amigo. Así que ve y cómete el mundo.
  

  
  
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  Sólo en la agonía de despedirnos somos capaces de comprender la profundidad de nuestro amor.
  

  
  
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  Las despedidas duelen, pero más fuerte aun es la esperanza de volvernos a encontrar y más bella la fantasía del recuerdo.
  

  
  
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  Esto no es un adiós, esto es un gracias.
  

  
  
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  Las despedidas no son para siempre. Las despedidas no son el final. Simplemente quieren decir: te echaré de menos hasta que nos encontremos de nuevo.
  

  
  
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  No existen las despedidas entre nosotros. Allí donde estés, te llevaré en mi corazón.
  

  
  
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  A pesar de los kilómetros puedan haber entre nosotros, nunca estamos separados, la amistad no se cuenta en metros, se mide por el corazón.
  

  
  
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  Te vas a la ciudad definitiva, sin mí; perdonarás que no te vaya a despedir, la noche corta como un cristal roto y tu estarás tan triste como hermosa.
  

  
  
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  Fue nuestra noche especial, y la prolongamos todo lo que pudimos. Era nuestro final feliz. Y la última vez que estaríamos juntos.
  

  
  
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  No estés triste por mí. Volveremos a encontrarnos de nuevo, ¿no te das cuenta?. Y cuando nos encontremos de nuevo cuéntame los recuerdos más felices que hayas experimentado de esta vida.
  

  
  
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  Cariño, eres fuerte y saldrás adelante en la vida. Sigue sonriendo y nunca te rindas, aun cuando todo se te haga un mundo. Os quiero a ti y a los niños, muchísimo. Haz que cada día sea mejor.
  

  
  
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  La despedida. Él no pudo impedir que asomaran unas lágrimas al contemplarla y ella creyó firmemente que eran de amor y lloró abrazada al hombre de su vida.
  

  
  
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  ¿Cómo miras a la persona que amas y le dices que es hora de irte?.
  

  
  
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  Volveré tan pronto que no tendrás tiempo de echarme de menos. Cuida de mi corazón, lo he dejado contigo.
  

  
  
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  Es tan corto el amor y tan largo el olvido.
  

  
  
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  ¿Cómo he de hallar reposo tras tu partida? Al irte tú, mi corazón se fue contigo.
  

  
  
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  Te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti.
  

  
  
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  Si te digo que la amo tanto como te amaba a ti, entonces ya sabes el resto de la historia. Descansa en paz amor mio.
  

  
  
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  Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós.
  

  
  
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  Eres el adiós que nunca quise decir. Eres la más dolorosa de las despedidas.

  
  
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  Si la oportunidad no llama, construye una puerta.

  
  
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  No vayas por donde guía el camino. Ve, en cambio, donde no hay camino y deja rastro.

  
  
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  Tendrás fracasos en tu vida, pero es lo que haces durante esas caídas lo que determina la altura a la que llegarás.