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Frases de Confucio

Frases de Confucio

Confucio, fue un pensador y filósofo chino. La filosofía de Confucio se centró en la moral personal y gubernamental, los procedimientos correctos en las relaciones sociales, la justicia y la sinceridad.

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  • Un hombre que no planifica con mucha anticipación encontrará problemas justo en su puerta.



  • El que no economiza tendrá que agonizar.



  • La virtud no se queda sola. El que la practica tendrá vecinos.



  • Los virtuosos seguramente hablarán con rectitud; pero aquellos cuyo discurso es recto pueden no ser virtuosos.



  • La virtud es más para un hombre que el agua o el fuego. He visto a hombres morir por pisar el agua y el fuego, pero nunca he visto a un hombre morir por pisar el curso de la virtud.



  • Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos.



  • Escucho y olvido. Ya veo y recuerdo. Lo hago y lo entiendo.



  • La persona superior entiende lo correcto; la persona inferior entiende el beneficio.



  • Solo cuando un mosquito aterriza en tu nariz, realmente aprenderás que siempre hay una manera de resolver los problemas sin usar la ira y la violencia.



  • Alguien que te enoja te controla. ¡No le des a nadie ese poder! Especialmente el que lo hace intencionalmente.



  • No importa qué tan lento vayas siempre que no te detengas.



  • El éxito depende de la preparación previa, y sin dicha preparación seguramente habrá fracaso.



  • Cuando es obvio que no se pueden alcanzar los objetivos, no ajuste los objetivos, ajuste los pasos de acción.



  • Un hombre que no planifica con mucho tiempo encontrará problemas en su puerta.



  • El que se autocontrola a sí mismo es el guerrero más poderoso.



  • Olvídate de las lesiones; nunca olvides la amabilidad.



  • Practicar cinco cosas bajo cualquier circunstancia constituye una virtud perfecta; estos cinco son la gravedad, la generosidad del alma, la sinceridad, la seriedad y la amabilidad.



  • No te quejes de la nieve en el techo del vecino, cuando también cubre el umbral de tu casa.



  • El valor de tu casa es el precio que tu vecino quiere pagar por ella.



  • No hay nada más patente que lo secreto, ni nada más tangible que lo recóndito; por eso, el noble debe ser cauteloso con respecto a lo que él sólo es para sí.



  • Aquel que procura asegurar el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio.



  • Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.



  • Si te enfadas, piensa en las consecuencias.



  • Ser desconocido de los hombres, y no cuidarse de ello, he aquí lo que es propio del sabio.



  • Una posición eminente sin nobleza de carácter, culto sin veneración, prácticas funerarias sin sincero dolor: he aquí situaciones que no soporto.



  • Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.



  • El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.



  • Lo que no quieras que los otros te hagan a ti, no lo hagas a los otros.



  • La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural.



  • Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de su propia paz.



  • Las desgracias, al igual que la fortuna, sólo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos.



  • Difícilmente yerra un hombre por exceso de moderación.



  • Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo aprendí, lo hice y lo entendí.



  • No maldigas la oscuridad; sólo enciende una vela.



  • Yo sé por qué no se sigue el justo medio: el hombre inteligente va más allá, el imbécil se queda más acá.



  • Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.



  • Deben imponerse castigos cuando convenga. La fidelidad no es contraria a una justa corrección.



  • Las palabras han de expresar con fidelidad nuestro pensamiento.



  • Cuando es obvio que las metas no se pueden conseguir, no ajustes las metas; ajusta los pasos para conseguirlas.



  • Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan.