Frases de Charles de Gaulle

La base de nuestra civilización está en la libertad de cada uno, en sus pensamientos, en sus creencias, sus opiniones, su trabajo y sus ocios.
El patriotismo es cuando el amor a tu propia gente es lo primero; nacionalismo, cuando el odio hacia personas distintas a la tuya es lo primero.
¿Cómo puede alguien gobernar una nación que tiene doscientos cuarenta y seis tipos diferentes de queso?
Puede estar seguro de que los estadounidenses cometerán todas las estupideces que puedan pensar, además de algunas que están más allá de la imaginación.
He llegado a la conclusión de que la polÃtica es un asunto demasiado serio como para dejarlo a los polÃticos.
Podemos ir a la luna, pero eso no está muy lejos. La mayor distancia que tenemos que recorrer todavÃa se encuentra dentro de nosotros.
Nada grande se logrará sin grandes hombres, y los hombres son grandes solo si están decididos a serlo.
Como un polÃtico nunca cree lo que dice, está bastante sorprendido de que le confundan su palabra.
En la raÃz de nuestra civilización, está la libertad de cada persona de pensamiento, de creencia, de opinión, de trabajo, de ocio.
Cuando tengo razón, me enojo. Churchill se enoja cuando se equivoca. Estamos enojados el uno con el otro la mayor parte del tiempo.
Pase lo que pase, la llama de la resistencia francesa no debe extinguirse y no se extinguirá. Mañana, como hoy, hablaré en Radio London.
He tratado de sacar a Francia del barro. Pero ella volverá a sus errores y vómitos. No puedo evitar que los franceses sean franceses.
Seamos firmes, puros y fieles; Al final de nuestro dolor, está la mayor gloria del mundo, la de los hombres que no se rindieron.
Hay que esperar hasta la tarde para ver qué espléndido fue el dÃa; no se puede juzgar la vida hasta la muerte.
La polÃtica, cuando es un arte y un servicio, no una explotación, se trata de actuar por un ideal a través de las realidades.
La historia no enseña fatalismo. Hay momentos en que la voluntad de un puñado de hombres libres rompe el determinismo y abre nuevos caminos.
No es tolerable, no es posible, que de tanta muerte, tanto sacrificio y ruina, tanto heroÃsmo, no surja una humanidad mayor y mejor.
El lÃder debe apuntar alto, ver grande, juzgar ampliamente, separándose de la gente común que debate en estrechos confines.
Comienzas dando tu sombrero, luego le das tu abrigo, luego tu camisa, luego tu piel y finalmente tu alma.
SÃ, es Europa, desde el Atlántico hasta los Urales, es Europa, es toda Europa, la que decidirá el destino del mundo.
Mientras que los oficiales ordinarios deben contentarse con comportarse correctamente frente a sus hombres, los grandes lÃderes siempre han manejado cuidadosamente sus efectos.
Los diplomáticos son útiles solo cuando hace buen tiempo. Tan pronto como llueve se ahogan en cada gota.
No me preguntes quién me ha influenciado. Un león está formado por los corderos que ha digerido, y he estado leyendo toda mi vida.
La perfección predicada en los evangelios nunca construyó un imperio. Todo hombre de acción tiene una fuerte dosis de egoÃsmo, orgullo, dureza y astucia.
Predigo que se hundirá paso a paso en un atolladero sin fondo, sin importar cuánto gaste en hombres y dinero.
Los judÃos siguen siendo lo que han sido en todo momento: un pueblo de élite, seguro de sà mismo y dominante.
El deseo de privilegio y el gusto de la igualdad son las pasiones dominantes y contradictorias de los franceses de todos los tiempos.
Un verdadero lÃder siempre guarda un elemento de sorpresa bajo la manga, que otros no pueden comprender pero que mantiene a su público entusiasmado y sin aliento.
Frente a la crisis, el hombre de carácter recurre a sà mismo. Impone su propio sello de acción, se responsabiliza por él, lo hace suyo.
Los lÃderes de los hombres se recuerdan más tarde por la utilidad de lo que han logrado que por el alcance de sus esfuerzos.
En el tumulto de hombres y eventos, la soledad era mi tentación; ahora es mi amigo. ¿Qué otra satisfacción se puede buscar una vez que has confrontado la historia?
No es tolerable, no es posible, que de tanta muerte, tanto sacrificio y la ruina, tanto heroÃsmo, una mayor y mejor humanidad no podrá emerger.
Un verdadero lÃder siempre tiene un elemento de sorpresa bajo la manga, lo que otros no pueden entender, pero que mantiene su emocionado público y sin aliento.
Nada del otro mundo pueda ser alcanzado sin los grandes hombres, y los hombres son grandes si están decididos a serlo.