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Frases de Charles Baudelaire

Frases de Charles Baudelaire

Fue un poeta, ensayista, crítico de arte y traductor francés.

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  • La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza.



  • El mejor remedio contra todos los males es el trabajo.



  • El baile puede revelar todo el misterio que la música concede.



  • No despreciéis la sensibilidad de nadie. La sensibilidad de cada cual es su genio.



  • Apenas puedo concebir un tipo de belleza en el que no hay melancolía.



  • No se puede olvidar el tiempo más que sirviéndose de él.



  • ¿Qué es el amor? El anhelo de salir de uno mismo.



  • Una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.



  • Aguanta y persiste; el dolor actual te será de provecho en otra ocasión.



  • Para trabajar basta estar convencido de una cosa: que trabajar es menos aburrido que divertirse.



  • El progreso, la gran herejía de la decadencia.



  • Lo que es emocionante de mal gusto es el placer aristocrático de ofender.



  • Estamos abrumados, cada momento, por la concepción y la sensación de tiempo. Y no hay más que dos medios de escape y olvidar esta pesadilla: el placer y el trabajo. El placer que nos consume. El trabajo nos fortalece. Elijamos.



  • He cultivado mi histeria con placer y terror.



  • Es por malentendido universal que todos estamos de acuerdo. Pues si por mala suerte, la gente se entendían, nunca estarían de acuerdo.



  • Esos hombres se llevan mejor con las mujeres que se las arregle mejor sin ellos.



  • No busques más mi corazón; las bestias lo han devorado.



  • La aflicción al placer nos liga al presente. El cuidado de nuestra salud nos suspende del porvenir.



  • Casi toda nuestra originalidad proviene del sello que el tiempo imprime en nuestra sensibilidad.



  • ¡Ah qué grande es el mundo a la luz de las lámparas! Y qué pequeño es a los ojos del recuerdo!



  • Tanto los amantes ardientes como los eruditos austeros, cuando llegan a los años de la discreción, aman a los gatos, tan fuertes y gentiles, el orgullo del hogar, que como ellos son sensibles al frío, y sedentarios.



  • Lo hermoso es siempre extraño.



  • El romanticismo no se sitúa precisamente en la elección del tema, ni en la verdad exacta, sino en la forma del sentimiento.



  • Para mí, el romanticismo es la expresión de belleza más reciente y actual.



  • Decir la palabra romanticismo es decir arte moderno, es decir, intimidad, espiritualidad, color, aspiración al infinito, expresada por todos los medios disponibles para las artes.



  • Estamos agobiados, en cada momento, por la concepción y la sensación del Tiempo. Y sólo hay dos medios para escapar y olvidar esta pesadilla: el placer y el trabajo. El placer nos consume. El trabajo nos fortalece. Vamos a elegir.



  • La naturaleza es un templo en el que las columnas vivas a veces emiten palabras confusas. El hombre lo aborda a través de bosques de símbolos, que lo observan con miradas familiares.



  • Incluso en los siglos que nos parecen los más monstruosos e insensatos, el apetito inmortal por la belleza siempre ha encontrado satisfacción.



  • La insaciable sed de todo lo que está más allá, y que la vida revela, es la prueba más viva de nuestra inmortalidad.



  • Las naciones son como ciertas familias; sólo a pesar suyo tienen grandes hombres.



  • ¡No renuncies jamás a tus sueños, los cuerdos nada saben del sueño admirable de un loco!



  • El veneno del poder que enerva al déspota.



  • Que procedas del cielo o del infierno, qué importa,¡Oh, Belleza! ¡monstruo enorme, horroroso, ingenuo!Si tu mirada, tu sonrisa, tu pie me abren la puertaDe un infinito que amo y jamás he conocido.



  • ¿Qué le importa la condena eterna a quien ha encontrado por un segundo lo infinito del goce?



  • ¡Ay, los vicios humanos! Son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.



  • No hay más que dos medios para librarse de la pesadilla del paso implacable del tiempo: el placer y el trabajo. El placer agota y el trabajo fortifica.



  • La fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad humana.



  • El más irreprochable de los vicios es hacer el mal por necedad.



  • Aquel que nunca se despertó en un lecho anónimo, al lado de un rostro que ya no volverá a ver; y no salió de un burdel al alba, con ganas de tirarse a un río por asco físico de la existencia, se ha perdido algo.



  • El mejor truco del diablo es convencerte de que no existe.