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¡La fuerza de la indiferencia! Es la que permitió a las piedras perdurar inmutables durante millones de años.
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Todo el problema de la vida, entonces, es este: cómo salir de la propia soledad, cómo comunicarnos con los demás.
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Los últimos años de vida representan el final de una fiesta de disfraces; las máscaras siempre se dejan caer.
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Un hombre nunca está completamente solo en este mundo. En el peor de los casos, tiene la compañÃa de un niño, un joven, y poco a un hombre adulto - la que solÃa ser.
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Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada.
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Cuando somos jóvenes lamentamos no tener una mujer, cuando nos hacemos viejos lamentamos no tener a la mujer.
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Serás amado el dÃa en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza.
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No hay venganza más bella que aquella que infligen los otros a tu enemigo. Tiene hasta la virtud de dejarte la parte del generoso.
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Ninguna mujer contrae matrimonio por interés: todas tienen la astucia, antes de casarse con un millonario, de enamorarse de él.
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En la inquietud y en el esfuerzo de escribir, lo que sostiene es la certeza de que en la página queda algo de no dicho.
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Es verdad que sufriendo se puede aprender muchas cosas. Lo malo es que al haber sufrido hemos perdido fuerzas para servirnos de ellas.
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El comportamiento perfecto nace de la completa indiferencia. Quizás es por eso que siempre amamos locamente a alguien que nos trata con indiferencia.
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¿Te asombras de que otros pasen junto a ti y no sepan, cuando tú pasas junto a tantos y no sabes, no te interesa, cuál es su pena, su cáncer secreto?
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No es que el niño vive en un mundo de imaginación, pero que el niño dentro de nosotros sobrevive y se inicia en la vida sólo en raros momentos de recogimiento, que nos hace creer, y no es cierto, que, como los niños, que eran imaginativos ?
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La cara nocturna será una vieja herida que vuelve a abrir cada noche, impasible y viva. El silencio lejano dolerá como un alma, muda, en la oscuridad. Hablaremos a la noche ya que está susurrando suavemente.
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