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Frases de Cesare Pavese

Frases de Cesare Pavese

Fue un escritor italiano del siglo XX.

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  • La riqueza de la vida permanece en los recuerdos que hemos olvidado.



  • No recordamos días, recordamos momentos.



  • ¡La fuerza de la indiferencia! Es la que permitió a las piedras perdurar inmutables durante millones de años.



  • La única alegría del mundo es comenzar.



  • Todo el problema de la vida, entonces, es este: cómo salir de la propia soledad, cómo comunicarnos con los demás.



  • Los últimos años de vida representan el final de una fiesta de disfraces; las máscaras siempre se dejan caer.



  • Un hombre nunca está completamente solo en este mundo. En el peor de los casos, tiene la compañía de un niño, un joven, y poco a un hombre adulto - la que solía ser.



  • Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada.



  • Cuando somos jóvenes lamentamos no tener una mujer, cuando nos hacemos viejos lamentamos no tener a la mujer.



  • Hasta sacrificarse o renunciar es un problema de astucia.



  • Veamos si incluso de esto se puede sacar una lección de técnica.



  • Serás amado el día en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza.



  • Todo poeta se ha angustiado, se ha asombrado y ha gozado.



  • Los suicidas son homicidas tímidos.



  • No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos.



  • La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento.



  • ¡A quien no se salva por sí sólo, nadie lo puede salvar!



  • No hay venganza más bella que aquella que infligen los otros a tu enemigo. Tiene hasta la virtud de dejarte la parte del generoso.



  • Ninguna mujer contrae matrimonio por interés: todas tienen la astucia, antes de casarse con un millonario, de enamorarse de él.



  • En la inquietud y en el esfuerzo de escribir, lo que sostiene es la certeza de que en la página queda algo de no dicho.



  • El amor es la religión a mejor precio.



  • El arte de vivir es el arte de saber creer en las mentiras.



  • Pero la grande, la tremenda verdad es ésta: sufrir no sirve de nada.



  • Es verdad que sufriendo se puede aprender muchas cosas. Lo malo es que al haber sufrido hemos perdido fuerzas para servirnos de ellas.



  • La única forma de escapar del abismo es mirarlo, calibrarlo, sondearlo y descender a él.



  • Todos los pecados tienen su origen en un sentido de inferioridad también llamado ambición.



  • El comportamiento perfecto nace de la completa indiferencia. Quizás es por eso que siempre amamos locamente a alguien que nos trata con indiferencia.



  • La vida es dolor y el disfrute del amor es un anestésico.



  • ¿Te asombras de que otros pasen junto a ti y no sepan, cuando tú pasas junto a tantos y no sabes, no te interesa, cuál es su pena, su cáncer secreto?



  • El comportamiento perfecto nace de la completa indiferencia.



  • No es que el niño vive en un mundo de imaginación, pero que el niño dentro de nosotros sobrevive y se inicia en la vida sólo en raros momentos de recogimiento, que nos hace creer, y no es cierto, que, como los niños, que eran imaginativos ?



  • La cara nocturna será una vieja herida que vuelve a abrir cada noche, impasible y viva. El silencio lejano dolerá como un alma, muda, en la oscuridad. Hablaremos a la noche ya que está susurrando suavemente.



  • Nadie nos dijo que veníamos a gozar de esta vida.



  • Hay algo más triste que envejecer, y es permanecer niño.