Frases Bertrand Russell

Fue un filósofo, matemático, lógico y escritor británico ganador en 1950 del Premio Nobel de Literatura.

La palabra sin dulzura y sin cariño carece de valor.
El cariño no puede ser creado, sólo puede ser liberado.
No tengas miedo de ser excéntrico en opinión, porque cada opinión ahora aceptada fue una vez excéntrica
El hombre juicioso sólo piensa en sus males cuando ello conduce a algo práctico; todos los demás momentos los dedica a otras cosas.
Si deseas ser feliz, debes resignarte a ver a otros felices
Sé sincero, incluso si la verdad es inconveniente, pues resulta más inconveniente cuando tratas de ocultarla.
Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor.
No temas ser excéntrico en opinión, porque toda opinión aceptada hoy fue una vez excéntrica.
Según lo que puedo recordar, no existe una sola palabra en los evangelios que elogie la inteligencia.
Si existiera un Dios, lo cual creo muy improbable, poseería una vanidad tan incómoda como la de aquellos que se ofenden de aquellos que dudan su existencia.
Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente fuertes han gobernado mi vida: el anhelo por el amor, la búsqueda del conocimiento y la piedad insoportable por el sufrimiento de la humanidad.
De todas las formas de precaución, la precaución con el amor es quizás la más fatal para la felicidad.
Estar sin algunas de las cosas que quieres es una parte indispensable de la felicidad.
El secreto de la felicidad es hacer frente al hecho de que el mundo es horrible.
Si hubiese en el mundo más personas que desean su propia felicidad, que las que desean la infelicidad de otros, podríamos tener pronto un paraíso.
Las personas infelices, como aquellas que padecen insomnio, están orgullosas de su defecto.
La superioridad militar de Europa a Asia no es una ley eterna de la naturaleza, como estamos acostumbrados a creer, nuestra superioridad en la civilización es una mera ilusión.
En el negocio ordinario de la vida, la puntualidad es necesaria.
La puntualidad es una cualidad cuya necesidad está ligada a la cooperación social.
El desprecio por la felicidad es usualmente el desprecio hacia la felicidad de otras personas, y es un disfraz elegante para el odio hacia la humanidad.
Conquistar el miedo es el comienzo de la riqueza.
Me opongo a toda superstición, sea musulmana, cristiana, judía o budista.
El amor es mucho más que el deseo de tener relaciones sexuales; es el principal medio de escape de la soledad que aflige a la mayoría de los hombres y mujeres durante la mayor parte de sus vidas.
El mundo está lleno de magia que espera pacientemente a que nuestro ingenio se afine.
El aburrimiento es, por lo tanto, un problema vital para el moralista, ya que al menos la mitad de los pecados de la humanidad son causados por su miedo.
A menos que a un hombre se le haya enseñado qué hacer con el éxito después de obtenerlo, su logro inevitablemente debe dejarle presa del aburrimiento.
La ética es, en origen, el arte de recomendar a otros los sacrificios necesarios para cooperar con uno mismo.
Un proceso que llevó desde la ameba hasta el hombre apareció a los filósofos que, obviamente, un progreso, aunque si la ameba estaría de acuerdo con esta opinión no se conoce.
Junto a disfrutar de nosotros mismos, el siguiente mayor placer consiste en impedir que otros se divierten, o, más generalmente, en la adquisición de poder.
Admiración del proletariado, como la de las presas, centrales eléctricas, y aviones, es parte de la ideología de la era de la máquina.
Patriotas siempre hablan de morir por su país y nunca de matar por su país.
La guerra no determina quién tiene la razón - sólo quién se queda.
La democracia es el proceso por el cual la gente elige el hombre que va a obtener la culpa.
Para adquirir la inmunidad a la elocuencia es de suma importancia para los ciudadanos de una democracia.
Los defensores del capitalismo son muy propensos a atraer a los sagrados principios de la libertad, que se materializa en una máxima: La suerte no deben estar sujetos en el ejercicio de tiranía sobre los desafortunados.
El sentido común, aunque lo intenta, no puede evitar ser sorprendido de vez en cuando.
En Estados Unidos todo el mundo es de la opinión que no tiene superiores sociales, ya que todos los hombres son iguales, pero no admitir que no tiene inferiores sociales, ya que, desde el momento de Jefferson en adelante, la doctrina de que todos los hombres son iguales sólo se aplica hacia arriba, y no hacia abajo.
Los hombres que no están contentos, como los hombres que duermen mal, siempre están orgullosos de ello.
Aristóteles sostenía que las mujeres tienen menos dientes que los hombres, a pesar de que se casó dos veces, nunca se le ocurrió comprobar esta afirmación examinando las bocas de sus esposas.
Aristóteles pudo haber evitado el error de pensar que las mujeres tienen menos dientes que los hombres, por el simple recurso de hacer la señora Aristóteles a mantener la boca abierta mientras él contaba.