Frases de Ayn Rand
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Si cualquier civilización ha de sobrevivir, es la moralidad del altruismo que los hombres tienen que rechazar.
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A lo largo de los siglos hubo hombres que tomaron los primeros pasos, por nuevos caminos, armados con nada más que su propia visión.
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El dinero exige que vendas, no tu debilidad ante la estupidez de los hombres, sino tu talento ante su razón.
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Es libre de evadir la realidad, es libre de desenfocar su mente y tropezar ciegamente por cualquier camino que le plazca, pero no libre para evitar el abismo que se niega a ver.
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Se preguntó por qué su deseo normal de decir poco, de mantener las cosas cerradas, se derrumbó ante él, por qué se sentía obligada a una franqueza simple, como no podía ofrecer a nadie más.
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Las contradicciones no existen. Siempre que crea que se encuentra ante una contradicción, consulte sus premisas. Descubrirá que una de ellas está equivocada.
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Tu capacidad emocional es un motor vacío, y tus valores son el combustible con el que tu mente la llena. Si eliges una combinación de contradicciones, obstruyes tu motor, corroerá su transmisión y lo arruinará en su primer intento de moverse.
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Cuando los hombres abandonan la razón, la fuerza física se convierte en su único medio para tratar con los demás y resolver los desacuerdos.
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El amor es la expresión de los valores de uno, la mayor recompensa que puede obtener por las cualidades morales que ha logrado en su carácter y persona, el precio emocional que paga un hombre por la alegría que recibe de las virtudes de otro.
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No guarde silencio cuando sus propias ideas y valores están siendo atacados. Si alguna vez llega una dictadura a este país, será por culpa de quienes guardan silencio.
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Cada movimiento que busca esclavizar a un país, cada dictadura o dictadura potencial, necesita algún grupo minoritario como chivo expiatorio al que pueda culpar por los problemas de la nación y usarlo como justificación de sus propias demandas de poderes dictatoriales.
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El dinero es el barómetro de la virtud de la sociedad. Un hombre creativo está motivado por el deseo de alcanzar, no por el deseo de vencer a los demás.
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Entonces piensas que el dinero es la raíz de todo mal. ¿Alguna vez has preguntado cuál es la raíz de todo el dinero?
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La moralidad pertenece solo a la esfera del libre albedrío del hombre, solo a aquellas acciones que están abiertas a su elección.
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El hombre es un ser con libre albedrío; por lo tanto, cada hombre es potencialmente bueno o malo, y depende de él y solo de él (a través de su mente racional) decidir qué quiere ser.
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Pregúntese si el sueño del cielo y la grandeza debería estar esperándonos en nuestras tumbas, o si debería ser nuestro aquí y ahora y en esta tierra.
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Una emoción es una respuesta automática, un efecto automático de las premisas de valor del hombre. Un efecto, no una causa.
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El dinero siempre seguirá siendo un efecto y se negará a reemplazarlo como la causa. El dinero es producto de la virtud, pero no te dará virtud y no redimirá tus vicios. El dinero no te dará lo no ganado, ni en la materia ni en el espíritu. ¿Es esta la raíz de tu odio al dinero?.
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Los hombres que rechazan la responsabilidad del pensamiento y la razón solo pueden existir como parásitos en el pensamiento de los demás.
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Voy a darte una idea útil. Las contradicciones no existen. Cuando te creas ante una contradicción, repasa tus datos. Siempre encontrarás alguno equivocado.
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Ningún concepto que el hombre forme es válido a menos que se integre sin contradicción en la suma de su conocimiento.
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No cometa el error de los ignorantes que piensan que un individualista es un hombre que dice: Haré lo que quiera a costa de todos los demás. Un individualista es un hombre que reconoce los derechos individuales inalienables del hombre, los suyos y los de los demás.
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Juro, por mi vida y mi amor por ella, que nunca viviré por el bien de otro hombre, ni le pediré a otro hombre que viva por el mío.
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El racismo es la forma más baja y groseramente primitiva de colectivismo. Es la idea de atribuir significado moral, social y político al linaje genético de una persona, la noción de que los rasgos intelectuales y de carácter de un hombre son producidos y transmitidos por la química interna de su cuerpo.
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