La perfección no existe. Llegar a comprenderla es un triunfo de la inteligencia humana; desear alcanzarla es la más peligrosa de las locuras.
Escribir poesÃa es hacer un trabajo exquisito, lleno de temor y de encanto, es hacer una perla de una lágrima.
Es de presumir que las mujeres tienen en más su cuerpo que su alma, puesto que la mayorÃa entregan su corazón sin resistencia y se resisten a entregar su cuerpo.