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. El Señor es tu guardador; el Señor es tu sombr...

. El Señor es tu guardador; el Señor es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te herirá de día, ni la luna de noche.


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  • Para ser feliz, debes ser tu propio sol.



  • Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes



  • Los que traen el sol a la vida de los demás no pueden ocultárselo.



  • Si pasas toda tu vida esperando a la tormenta, nunca disfrutarás la luz del Sol.



  • Un día sin sol es como, ya sabes, noche.