El ego se disipa y desaparece cuando lo entregamos a las manos de Dios. Son heridas, no maldad, lo que tenemos. — Marianne Williamson
El ego se disipa y desaparece cuando lo entregamos a las manos de Dios. Son heridas, no maldad, lo que tenemos.
Frases de Marianne Williamson
Interpretacion
La cita sugiere que el ego pierde su poder cuando lo confiamos a una fuerza divina, y que nuestras fallas surgen de heridas emocionales más que de una intención malvada. Invita a la compasión hacia uno mismo y hacia los demás, y propone la entrega espiritual como camino de sanación. También distingue entre culpa moral y dolor humano.
Temas
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Un tulipán no trata de impresionar a nadie. No se esfuerza en ser diferente de una rosa. No tiene que hacerlo. Es diferente. Y hay sitio en el jardín para cada una de las flores.
El perdón no siempre es fácil. A veces, el perdonar al que lo causó se siente más doloroso que la herida que se sufrió. Y sin embargo, no hay paz sin perdón.
Algo muy bonito pasa a la gente cuando su mundo se ha venido abajo: una humanidad, una nobleza, una inteligencia superior surge justo en el momento en que nuestras rodillas golpearon el suelo.
En cada comunidad hay trabajo por hacer. En cada nación hay heridas que sanar. En cada corazón está el poder para hacerlo.
El carisma es una chispa en las personas que el dinero no puede comprar. Es una energía invisible con efectos visibles.