Skip to main content

Querer a alguien era una cosa con garras

Querer a alguien era una cosa con garras. Me aferr...

Querer a alguien era una cosa con garras. Me aferré y no me solté. Querer a alguien duele más que un cuchillo en una pierna, más que un par de costillas rotas, más que nada que sangre y sane de nuevo.


Te pueden interesar también



  • El cariño reprocha, pero no reclama.



  • Podemos vivir sin religión y sin meditar, pero no podemos sobrevivir sin el cariño humano.



  • No hay poder más grande que el auténtico cariño.



  • El cariño es el sentimiento más básico para una vida sana.



  • Tú mismo, así como cualquier otra persona en el universo, mereces tu propio amor y cariño.