Parece ser una ley de la vida que nos en

Dime a qué le prestas atención y te diré quién eres.

La vida se niega por la falta de atención, ya sea para limpiar los cristales o para intentar escribir una obra maestra.

Un genio es el hombre en el que es menos probable que encuentres el poder de atender algo insípido o desagradable en sí mismo. Rompe sus compromisos, deja sus cartas sin contestar, descuida sus deberes familiares incorregiblemente, porque es impotente para desviar su atención hacia abajo y hacia atrás de esos trenes de imágenes más interesantes con los que su genio ocupa constantemente su mente.

Puesto que no puedes hacer el bien a todos, debes prestar especial atención a aquellos que, por accidentes de tiempo, lugar o circunstancias, están más cerca de ti.

Cuando puedas hacer las cosas comunes de la vida de una manera poco común, llamarás la atención del mundo.