Nunca tomes decisiones si estás enfadado, nunca hagas promesas si estás feliz.
Nunca tomes una decisión cuando estés enfadado, nunca hagas una promesa cuando estés feliz.
Interpretacion
La frase aconseja evitar juicios y compromisos impulsivos bajo la influencia de emociones extremas. Recomienda esperar a un estado emocional equilibrado para tomar decisiones importantes o prometer cosas. Actuar así reduce arrepentimientos y pérdidas de confianza. Es una guía práctica para la gestión emocional en relaciones y negocios.
Temas
emociones decisiones promesas autorregulación consejos prudencia relaciones
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