No sé de dónde viene mi romanticismo.
No sé de dónde viene mi romanticismo. Mi mamá y mi papá me leían muchoLa isla del tesoro», «Robinson Crusoe», cuentos de caballería y caballeros, cosas así.
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La distancia entre Don Quijote y la víctima pequeño burguesa de la publicidad no es tan grande como nos quiere hacer creer el romanticismo.
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Soy un romántico; una persona sentimental piensa que las cosas van a durar, una persona romántica espera contra toda esperanza que no durarán.
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Si hay luz de luna afuera, ¡no te quedes adentro! Si hay velas adentro, ¡no te quedes afuera! ¡Los momentos del romanticismo son demasiado valiosos para perderlos!.