No podemos controlar las malas lenguas de los demás; pero una buena vida nos permite ignorarlos.
No podemos controlar las malas lenguas de los demás; pero una buena vida nos permite ignorarlos.
Interpretacion
La frase subraya que no tenemos poder sobre los rumores o críticas ajenas, pero sí sobre cómo vivimos. Una vida sólida, ética y tranquila reduce el impacto de las habladurías. Invita a centrarse en el propio bienestar en lugar de intentar controlar a los demás. Es un llamado a la libertad interior y la serenidad.
Temas
malas lenguas críticas vida tranquilidad ignorarlos sabiduría actitud
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