La luz del sol que entraba por una peque
La luz del sol que entraba por una pequeña ventana, reencontró unas facciones de contornos suaves con muy pocas arrugas pese a la edad y los trabajos de la vida; un rostro atractivo pese a los años como el de quien se hace mayor al amparo del paso de un tiempo que le trata a uno con ese cariño que sólo reserva para las personas que envejecen con una conciencia tranquila.
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