La esclavitud no se abolió, pasó a ocho horas diarias.
La esclavitud no se abolió, pasó a ocho horas diarias.
Interpretacion
La frase denuncia que la explotación laboral persiste pese a cambios formales. Señala que la jornada de ocho horas puede ocultar condiciones opresivas. Invita a cuestionar igualdad y derechos en el trabajo.
Temas
esclavitud trabajo jornada laboral explotación derechos laborales crítica social
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