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La clave, entonces, para amar a Dios es

La clave, entonces, para amar a Dios es ver a JesÃ...

La clave, entonces, para amar a Dios es ver a Jesús, tenerlo ante la mente con tanta plenitud y claridad como sea posible. Es adorarlo.


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  • El vacío propio nos prepara para la plenitud espiritual.



  • Nunca nos arrepentiremos de haber nacido en este tiempo cruel porque lo reconocemos por lo que es: el tiempo de la plenitud del corazón.



  • Cuando cada oportunidad que se te da se utiliza para servir a la gente, estás en el camino del propósito de la vida hacia la plenitud.



  • Al provenir de nuestra Alma, estamos en la plenitud de nuestro ser- Este es el «jardín» del que crecemos.



  • Acepta la plenitud en el equilibrio de la vida, que exige que haya regalos positivos junto con la adversidad.