Frases Vaqueras

Un verdadero vaquero conoce el amor, el dolor y la pena, pero nunca le importa la fama.

Nunca te aproximes a un toro de frente, a un caballo por detrás, o a un tonto desde ninguna dirección.

Estas expresiones se usan para describir situaciones cotidianas, desde la búsqueda de alimentos hasta el encuentro con personas desconocidas. También pueden ser utilizadas para expresar emociones tales como frustración o diversión. En resumen, las frases vaquera son parte integral de la cultura occidental moderna debido a su sencillez directa e ingeniosidad humorística. Reflejan los valores tradicionales del Oeste americano tales como honestidad, lealtad y fortaleza frente a los obstáculos diarios.

Trata de ser feliz como a ti te guste más, porque no son las cosas que hacen felices a los demás lo que debes de querer, si no lo que a ti verdaderamente te hace feliz.

No me ha hecho falta vivir muchos años para saber que eres el amor de mi vida, y que mi amor, o lo vivo contigo o no lo vivo con nadie.

Algún día llegará el primer día de tu nueva mejor vida, pero no esperes a que ese día sea mañana. Mañana seguramente sea muy tarde.

No seas tan inconsciente de descuidar mi amor, porque al igual que tú miras a muchas mujeres, a mí me miran muchos hombres.

Puede ser un día cualquiera, el día más soleado o el más nublado, de día o de noche, en cualquier momento. Porque contigo es con quien quiero cabalgar toda la vida.

Querido Dios, gracias por mantenerme de pie aun cuando a veces todo parece caer a pedazos.

Al caballo como a la mujer, con tiempo y con cariño.

Es más fácil entender al más rudo caballo que a cualquier mujer, aquella siempre muestra su sonrisa, pero lleva dentro guardados cientos o miles de secretos. No se puede domar.

El coraje se trata acerca de tener miedo pero ensillar de cualquier manera.

No vayas a donde el camino te lleve, sino por donde no haya camino y dejes una huella.

Yo le trataré bien siempre, en tanto usted siga tratándome tan bien, y yo siempre le creeré en la medida que usted me llegue a demostrar.

Mis besos no se olvidan en un día, y ahí en la frente traes el sello de que aún eres mía.

Una vaquera que llegue a enamorarse tan solo llega a tener un deseo, que su vaquero le acompañe por siempre en el camino de la vida.

A la mujer se le llena de detalles, no de dudas.

Mi deseo a cada nuevo amanecer no es que la vida me dé algo, si no que me ponga en el lugar adecuado. Así yo podré luchar por conseguir las cosas por mi propio mérito.

Que Dios te dé hoy y siempre una razón para reír, una ilusión para vivir y miles de motivos para luchar.

Para vivir de verdad tienes que hablar desde el corazón, viajar por la mente y escuchar con el alma.

Las yeguas finas siempre serán broncas, y una mujer que vale la pena siempre será rejega.

Lo que a muchas personas les falta a mí me sobra, y es todo lo contrario al dinero; la humildad y la sencillez.