Frases Vaqueras

Los vaqueros son rudos por afuera, pero dulces y suaves por dentro.

Ensilla tu caballo antes de faltarle el respeto al jefe.

Estas expresiones se usan para describir situaciones cotidianas, desde la búsqueda de alimentos hasta el encuentro con personas desconocidas. También pueden ser utilizadas para expresar emociones tales como frustración o diversión. En resumen, las frases vaquera son parte integral de la cultura occidental moderna debido a su sencillez directa e ingeniosidad humorística. Reflejan los valores tradicionales del Oeste americano tales como honestidad, lealtad y fortaleza frente a los obstáculos diarios.

La mejor manera de afrontar una dificultad es a través de ella.

No te quejes por madrugar, da las gracias por tener un día por delante para conseguir tus objetivos.

Ni todos los que lanzan son vaqueros, ni todos los que chiflan son arrieros.

Más vale ser un verdadero hijo de la fregada a que todo el mundo te agarre de bajada.

Yo he hecho el paso de la muerte, he jineteado torazos, y nada me hace temblar como lo hacen tus ojazos.

Los secretos son fáciles de escuchar, pero difíciles de guardar.

Si te montas en la silla, estate listo para la cabalgarla.

Arriésgalo todo, no le temas a nada, y no tengas arrepentimientos.

Las verdaderas promesas son aquellas que se hacen con el corazón y se cumplen en silencio.

Las mujeres somos como las buenas vaqueras, capaces de fingir que no tenemos dolor ni sufrimiento, para que así los hombres sean capaces de poder seguir hacia delante en su lucha sin preocupaciones.

Cabalguemos de la mano. Si tú caminas yo camino, si yo galopo tú galopas. En pocas palabras, siempre llevando el mismo paso. ¿Qué dices, ensillamos de una vez?

Cuando pierdas, no pierdas la lección.

Las manos de un vaquero son tan fuertes como el acero y la piel, pero lo suficientemente suaves para tocar el ala de un colibrí y la piel de una mujer sin perturbar la belleza de ambos.

El pasado es polvo, el futuro es viento, y yo, solo vivo el momento.

Un vaquero es un hombre con agallas y un caballo. –William James.

Un verdadero vaquero no necesita corregir a la gente. Tan solo sonríe, asiente y dice sí. A cada quién con lo suyo. Ese es el modo vaquero.

A veces lo que una mujer necesita es un buen caballero que le sea fiel en el camino de su vida, es algo muy simple.

A lo largo de mi vida me han preguntado: ¿Cómo te va el amor? ¿Cómo te va el trabajo? ¿Cómo te va en vida? Y yo a todo esto le respondo lo mismo: yo ando mejor a caballo.

Cualquier hombre puede ser echado en el lomo de un caballo salvaje, pero se requiere de un verdadero hombre para subirse a su lomo y domarlo.

Recuerda que sentir gratitud y no expresarla, es como ensillar a un caballo y no montarlo.

Recuerda montar con las manos de una dama, la postura de un rey y los modales de un caballero.

No se necesita ser un genio para identificar una cabra en medio de un rebaño de ovejas.

No soy la mejor persona del mundo, tampoco soy perfecto, pero soy vaquero, y eso es lo mejor del mundo. Perfecto sería vivir mi vida así, con experiencias y sentimientos vaqueros.

Nunca te sientes con las espuelas puestas.

Los caballos pueden ser mucho más fácil de amar que los humanos.

Confía en tu vecino, pero marca a tu ganado.

La mejor manera de describir a un vaquero es tierra, sangre, agallas y gloria. –Redneck.

Los retos de la vida no están ahí para paralizarte, sino para ayudarte a descubrir quién eres.

Hay gente que te desea que te vaya mucho mejor, pero que nunca te vaya mejor de los que les va a ellos. Puedes creerlo o seguir con los ojos cerrados.

Lo que a algunos les falta, a mí me sobra y no es el dinero, hablo de humildad y sencillez.

Grande es aquel que para brillar no necesita apagar la luz de los demás. Simplemente pasa galopando frente a ellos.

No he sido consciente de cómo llegaste a mi vida, pero sí soy consciente de que ya no te quiero fuera de ella nunca, vaquero.

No existe un caballo que no pueda ser montado. No existe un vaquero que no pueda ser tirado.

Las mujeres somos tan buenas como lo bien que nos hagan sentir, o tan malas como necesitamos cuando nos tratan mal.

No existe mejor lugar para curar un corazón roto que el lomo de un caballo. –Missy Lyons.

Aquel que se arrodilla ante Dios, puede levantarse ante cualquiera.

Lo enamorado nunca se me quitará, traigo la escuela de un gran hombre que es mi papá.

Un caballo galopa con sus pulmones, persevera con su corazón y gana con su carácter.