Frases sobre Secretos

Las personas melancólicas gozan lamentándose los secretos del corazón.

Las conversaciones siempre son peligrosas si se quiere esconder alguna cosa.

Las frases sobre secretos pueden ayudar a reflexionar sobre el valor que tienen los secretos en nuestras vidas y a reconocer la importancia de respetar los de los demás. Estas frases también pueden servir para reflexionar sobre la necesidad de mantener nuestros propios secretos y reconocer la responsabilidad que conlleva.

Un secreto vale lo que aquellos de quienes tenemos que guardarlo.

El amor a veces deja de ser un placer, cuando deja de ser un secreto.

La mejor manera de defender los secretos propios es respetando los ajenos.

Cada mujer contiene un secreto: un acento, un gesto, un silencio.

La experiencia te enseña que el hombre que te mira fijamente a los ojos, sobre todo si se añade un fuerte apretón de manos, está ocultando algo.

Era simplemente instalarse en el convencimiento o superstición de que no existe lo que no se dice. Y es verdad que sólo lo que no se dice ni expresa es lo que no traducimos nunca.

Ocultar una verdad es fortalecerla y hacerla más resistente.

Un hombre que no bebe más que agua tiene un secreto que ocultar a sus semejantes.

Sólo alguien tan obsesionado con sus propios secretos podría saber cómo desvelar los de los demás.

Ya no habrá días turbios…Ya no habrá noches malas si hay un amor secreto que nos presta sus alas.

Quien habla mucho tiene algo que esconder; en cambio, quien calla con coherencia está convencido de algo.

El único secreto es que no hay secretos.

Los héroes del porvenir triunfarán en secreto, dominando invisiblemente el espíritu y suscitando en cada espíritu un mundo ideal.

Hay cosas que durante largo tiempo evitamos decir, mas que, una vez dichas, no cesamos de repetir.

Siempre queda un rinconcillo silencioso, aun en las más sinceras confesiones de una mujer.

El secreto de la vida está en el Arte.

La peor de mis acciones y condiciones no me parece tan fea, como me parece feo y cobarde el no atreverme a confesarlas.

Hombre que vive entre intrigas durante algún tiempo, no puede ya pasarse sin ellas; cualquier otra manera de vida le resulta lánguida.

La Naturaleza guarda bajo llave sus mejores secretos, hasta que alguno se acerca a investigarla reverentemente.

Uno de los mayores consuelos de esta vida es la amistad, y el más suave placer de la amistad, el tener a alguien a quien poder confiar un secreto.

La muerte, que se avecina, nos revela suavemente y sin ruido más secretos que la especulación al hombre de genio.

Nunca el honor se perdió mientras duró el secreto.

Penas hay tan secretas en nuestra vida, con que sangra por dentro tan honda herida, que el tiempo que remedía toda amargura a ésta sola adormece, pero no cura.

Todo debe ser contado una vez al menos.

Por más hablador que sea un hombre, siempre, siempre se calla las nueve décimas partes de lo que piensa.

Di al tiempo lo que callas, que es el que sólo, cuando no dice nada, lo dice todo; y se ha notado que hasta males ocultos se han declarado.

Y así dos orillas tu corazón y el mío, pues, aunque las separa la corriente de un río, por debajo del río se unen secretamente.

Y no importa que el viento olvide mi nombre y pase dando gritos burlones como un campesino ebrio que vuelve de la feria, porque ella y yo estamos ocultos en la secreta casa de la noche.

Todos tenemos una historia que debe ser contada, y guardamos un secreto del que nadie sabe nada, hablamos con la almohada pero no responde… la verdad esta ahí fuera, si… pero se esconde.

Un gran secreto del goce de la vida consiste en abandonar el placer, manteniendo así la posibilidad de volverlo a gozar.

No soy tan bueno como parezco. Nadie lo es. Todo el mundo guarda algún secreto que lo atormenta.

El celoso se pasa la vida buscando un secreto cuyo descubrimiento ha de causar su desdicha.

Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.

Nunca había conocido a un hombre sin secretos.

Todo el mundo tiene secretos. La única cuestión es encontrar donde están.

El talento es un don que Dios nos hace en secreto, y que nosotros revelamos sin saberlo.

¿Cómo pretendes que otro guarde tu secreto si tú mismo, al confiárselo, no los has sabido guardar?

La vida está llena de secretos.