Frases Oración
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Hay partes de nuestro llamamiento, obras del EspÃritu Santo y derrotas de la oscuridad que no vendrán de otra manera que a través de la oración furiosa, ferviente, llena de fe e incesante.
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La forma correcta de orar es extender nuestras manos y pedirle a Aquel que sabemos que tiene el corazón de un Padre.
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La oración hace a un hombre piadoso, y pone dentro de él la mente de Cristo, la mente de la humildad, de la entrega, del servicio, de la piedad y de la oración. Si realmente oramos, nos volveremos más como Dios, o de lo contrario dejaremos de rezar.
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No es suficiente comenzar a rezar, ni rezar correctamente; ni es suficiente continuar por un tiempo para rezar; pero debemos continuar pacientemente, creyendo, en oración hasta que obtengamos una respuesta; y además no solo debemos continuar en oración hasta el final, sino que también debemos creer que Dios nos escucha y responderá nuestras oraciones. Con mayor frecuencia fallamos en no continuar en oración hasta que se obtiene la bendición, y en no esperar la bendición.
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Cuidado cómo rezas. Haga negocios reales de eso. Que nunca sea una formalidad muerta … defienda la promesa de una manera veraz y profesional … Pida lo que quiera, porque el Señor lo ha prometido.
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Nuestras oraciones pueden ser incómodas. Nuestros intentos pueden ser débiles. Pero dado que el poder de la oración está en quien la escucha y no en quien la dice, nuestras oraciones hacen la diferencia.
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La oración no es un requisito difÃcil: es el deber natural de una criatura hacia su creador, el homenaje más simple que la necesidad humana puede rendir a la liberalidad divina.
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Nuestro problema es que hemos pensado en la oración, hemos leÃdo acerca de la oración e incluso hemos aprendido con respecto a la oración; pero no hemos orado. Ahora es tiempo de comprender que la oración es la fuente del poder.
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El conocimiento del amor paternal de Dios es la primera y más sencilla lección que debe aprenderse al orar, también es la última y más encumbrada.
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Las oraciones sobreviven la vida de quienes las pronunciaron; sobrevivir a una generación, sobrevivir a una era, sobrevivir a un mundo.
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En lugar de reservar un tiempo diario para la oración, rezo constantemente y de manera espontánea por todo lo que encuentro a diario. Cuando alguien comparte algo conmigo, a menudo simplemente digo: ‘oremos por esto ahora mismo.
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No hay forma de que los cristianos, en una capacidad privada, puedan hacer tanto para promover la obra de Dios y avanzar el reino de Cristo como por la oración.
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Sé que el Señor siempre está del lado de la derecha; pero es mi constante ansiedad y oración que yo y esta nación podamos estar del lado del Señor.
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Cuando tengas ganas de preocuparte, intenta orar en su lugar. La preocupación solo crea más estrés, pero la oración crea más paz. Dios es más grande que lo que te estresa.
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La oración no es un intento de hacer que Dios esté deacuerdo contigo o de que provea para tus deseos egoÃstas, sino que es una afirmación de Su soberanÃa, justicia, y majestad y un ejercicio de conformar tus deseos y propósitos a Su voluntad y gloria.
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Si te amó, cuando estabas lleno de corrupción; ¿no escuchará tus oraciones ahora que te ha hecho heredero del cielo?
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La oración no es para cambiar los planes de Dios. Es para confiar y descansar en Su soberana voluntad.
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En la oración admitimos nuestra pobreza y la prosperidad de Dios, nuestra bancarrota y su liberalidad, nuestra miseria y su misericordia.
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Un cristiano que no ora es como un conductor de autobús que trata de empujar solo su autobús para sacarlo de un bache porque no sabe que Clark Kent está a su lado.
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Si Dios hubiera contestado todas las oraciones tontas que he hecho en mi vida, ¿dónde estarÃa yo ahora?
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Si realmente supiéramos quien es Dios y todo lo que nos ha dado en Cristo, nuestras vidas de oración serÃan muy diferentes que lo que son ahora.
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La oración es la forma que Dios ha señalado para que nuestro gozo sea cumplido, porque es el aire que produce el calor interior de nuestro corazón hacia Cristo. Si no hubiera aire, si no pudiéramos comunicarnos con él en respuesta a su Palabra, serÃamos tremendamente desgraciados.