Frases de Voluntad

Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.

El bien es lento porque va cuesta arriba. El mal es rápido porque va cuesta abajo.

Estoy absolutamente convencido que ninguna riqueza del mundo puede ayudar a que progrese la humanidad. El mundo necesita paz permanente y buena voluntad perdurable.

Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden. Es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree.

No basta con saber, también hay que aplicar. No basta con querer, también hay que actuar.

No son las explicaciones las que nos hacen avanzar; es nuestra voluntad de seguir adelante.

Ésa es la cualidad del guerrero: entender que voluntad y coraje no son lo mismo. El coraje puede atraer el miedo y la adulación, pero la fuerza de voluntad requiere paciencia y compromiso.

Mas ya movía mi deseo y mi voluntad, el amor que mueve el sol y las demás estrellas.

Algo vivo quiere, antes que nada, dar libre curso a su fuerza - la vida misma es voluntad de poder.

Si usted no tiene la fuerza para imponer sus propios términos a la vida, usted debe aceptar los términos que ella le ofrece.

Nunca te detengas.

Es preciso saber lo que se quiere; cuando se quiere, hay que tener el valor de decirlo, y cuando se dice, es menester tener el coraje de realizarlo.

No tengas miedo de cambiar tu vida; las claves son: trabajo en equipo, concentración, fuerza de voluntad y el poder de la interdisciplinariedad.

Envuélveme con palabras de destrucción y explotaré pero dame la voluntad para sobrevivir y mirar el mundo crecer.

Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.

Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.

Quien tiene la voluntad tiene la fuerza.

El hombre tiende a ocultar su propio libre albedrío detrás de su supuesta flaqueza de voluntad.

Nuestro bien y nuestro mal no existen más que en nuestra voluntad.

El pensamiento debe ser más fuerte que la materia, y la voluntad más poderosa que el sufrimientofísico o moral

Cuando lo creas todo perdido, no olvides que aún te queda el futuro, tu cerebro, tu voluntad y dos manos para cambiar tu destino.

El señor nos ha dado este cuerpo, animado de un alma inteligente, y una bella voluntad. Y ha dicho: esta máquina es buena, pero trátala bien.

Para mí no hay nada más sagrado que la voluntad de los pueblos

La voluntad es el asiento del poder; de ahí saca el hombre fuerzas para mandar, pero también para obedecer.

Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede.

Haz la voluntad de Dios en tu vida hoy, y él se va a ocupar de tu mañana. Caminando en la dirección correcta te vas a encontrar con la persona correcta.

El infierno está lleno de buenas voluntades o deseos.

Cuando alguien que de verdad necesita algo lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello.

Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.

La mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarse siempre.

El uso firme, tranquilo y constante de la voluntad hace vibrar las fuerzas de la creación y atrae la respuesta del infinito.

La libertad no la tienen los que no tienen su sed.

El valor de la fuerza de voluntad abre caminos.

El tiempo no se compone solamente de horas ni de minutos, sino de amor y de voluntad; tenemos poco tiempo cuando tenemos poco amor.

Si la voluntad se relaciona con una exigencia social, como creía William James, es más fácil ir a la guerra que dejar de fumar.

Donde no faltavoluntad siempre hay un camino.

Hombre libre es aquel que, en aquellas cosas que puede hacer en virtud de su propia fuerza e ingenio, no se ve impedido en la realización de lo que tiene voluntad de llevar a cabo.

La renuncia de la voluntad propia vale más que resucitar a los muertos.

Que poco se necesita para ser Santa: Hacer en todo la voluntad de Dios.

Tenemos más fuerza que voluntad, y a menudo para disculparnos a nosotros mismos suponemos que las cosas son imposibles.