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Frases de Desgracia

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  • Bastante desgracia y bastante encierro significa vivir en una isla.




  • La mayor desgracia es merecer la desgracia.




  • Los hombres en desgracia no atraen multitudes, sino curiosos.




  • Cuando tienes problemas, la gente tiene miedo de infectarse... La desgracia es contagiosa.




  • La desgracia es un callejón sin salida. Lleva directamente al muro. Si quieres librarte de ella, aléjate de espaldas. Así creerás que retrocede mientras le plantas cara.




  • El más desgraciado de todos los hombres es el que cree serlo.




  • (...) Todas las desgracias del mundo nacían de las muchas mentiras, las dichas a propósito, pero también las involuntarias, causadas por la prisa o la imprecisión.




  • Las desgracias, al igual que la fortuna, sólo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos.




  • Las pequeñas mentes están domesticadas y subyugadas por la desgracia, en cambio las grandes se sobreponen a ella.




  • Para mayores desgracias guarda la fortuna a quien favorece.




  • Hasta la desgracia se cansa.




  • Desgracia imprevista nos hiere más fuertemente.




  • Cada quien es como es, y ya bastante desgracia tiene.




  • Ligera es la desgracia que puede sufrirse, y la que no, breve.




  • No hay desgracia a que falte remedio.




  • No sirven de nada las desgracias a aquel que no aprenda en ellas.




  • El tiempo hace llevaderas las desgracias.




  • La desgracia es capaz de abrir los ojos hasta a los ciegos. Es una maestra que sabe mucho, y una amiga que no engaña, como la felicidad.




  • Ciertos hombres tienen el talento de ver mucho en todo. Pero les cabe la desgracia de ver todo lo que no hay, y nada de lo que hay.




  • Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.




  • Cómo iba alumbrada en su vida la estrella de la desgracia, que tiene una luz mortecina, como dirían ustedes los escritores.




  • La desgracia raramente viene sola.




  • No hay mayor dolor que acordarse de los tiempos felices en la desgracia.




  • La muerte siempre sabe cómo conectar el vicio con la desgracia.




  • No te rías de una persona en su desgracia.




  • Cada criatura en desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida.




  • Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad.




  • El más desgraciado de todos los hombres es el que cree serlo.




  • ¡Aquel tiempo feliz en que éramos tan desgraciados!




  • Desdichado es el que por tal se tiene.




  • Duro oficio el del inquisidor; tiene que golpear a los más débiles, y cuando mayor es su debilidad.




  • En las historias de amor la felicidad es siempre igual, en cambio, cada desgracia tiene su fisonomía propia.




  • La amistad disminuye cuando hay demasiada felicidad de una parte y demasiada desgracia de la otra.




  • Acusar a los demás de nuestras propias desgracias es consecuencia de nuestra ignorancia; acusarse a sí mismo es comenzar a entenderse, no acusar ni a otros ni a sí, esa es la verdadera sabiduría.




  • Al desdichado las desgracias le buscan y le hallan, aunque se esconda en los últimos rincones de la tierra.




  • Al hombre le cuesta muy poco esfuerzo atraerse la desgracia.




  • Ante la desgracia y el dolor, un poco de gracia y humor.




  • El destierro ilumina; la desgracia corrige.




  • El más desgraciado de todos los hombres es el que cree serlo.




  • Es la desgracia del hombre no contentarse nunca.