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Frases que Impactan

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  • Si quieres conocerte, observa la conducta de los demás. Si quieres comprender a los demás, mira en tu propio corazón.




  • El hombre juicioso sólo piensa en sus males cuando ello conduce a algo práctico; todos los demás momentos los dedica a otras cosas.




  • La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva.




  • Sin riesgo no se hace nada grande y memorable.




  • Hay un remedio para las culpas, reconocerlas.




  • Tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto.




  • Para tener éxito debemos hacer todo lo posible por parecer exitosos.




  • Ningún tonto se queja de serlo; no les debe ir tan mal.




  • La confidencia descubre quién era o no digno de ella.




  • Una mala reputación es una carga, ligera de levantar, pesada de llevar, difícil de descargar.




  • Conocer las cosas que lo hacen a uno desgraciado, ya es una especie de felicidad.




  • Como no me he preocupado de nacer no me preocupo de morir.




  • Hay derrotas que tienen más dignidad que la victoria.




  • Debemos buscar para nuestros males otra causa que no sea Dios.




  • La mayor parte de los problemas del mundo se deben a la gente que quiere ser importante.




  • ¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!




  • El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se pasa.




  • A veces, el silencio es la peor mentira.




  • No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.




  • Olvidemos lo que ya sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse.




  • La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual.




  • Las bromas son como la sal: se deben usar con gran precaución.




  • Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida.




  • No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor.




  • Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.