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Frases para Empezar el Día

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  • El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.




  • La experiencia es la suma de nuestros desengaños.




  • El que sólo vive para sí, está muero para los demás.




  • Haz bien a tu enemigo si un día te necesita; ya le basta con ser castigado a mendigar a su contrario.




  • Para saber hablar es preciso saber escuchar.




  • El ejemplo es la escuela de la humanidad, la única escuela que puede instruirla.




  • La principal enfermedad del hombre es la curiosidad inquieta de lo que no puede conocer.




  • Nada hay tan común en el mundo como la ignorancia y los charlatanes.




  • La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia.




  • No te rías nunca de las lágrimas de un niño. Todos los dolores son iguales.




  • Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas.




  • Ser feliz consiste en darse cuenta que uno está viviendo.




  • Una lágrima dice más que cualquier palabra. La lágrima tiene un gran valor: es la hermana de la sonrisa.




  • Las ideas son capitales que sólo ganan intereses entre las manos del talento.




  • Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.




  • La ingratitud es hija de la soberbia.




  • Si no se hablara nunca de una cosa sería como si no hubiera sucedido.




  • En todas las épocas los pequeños han tenido que expiar las tonterías de los grandes.




  • La felicidad la más de las veces consiste en dejarse engañar.




  • En la escuela de la experiencia las lecciones cuestan caras, pero solamente en ellas se corrige a los insensatos.




  • El amor de la familia es la única semilla del amor de la patria y de todas las virtudes sociales.




  • La mejor amiga y la peor enemiga del hombre es la fantasía.




  • Es tan fea la envidia que siempre va por el mundo disfrazada, y nunca más odiosa que cuando pretende disfrazarse de justicia.




  • El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar y profesa lo que practica.




  • Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para ver cómo en cien años las personas cometen los mismos errores que yo.




  • Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman.




  • El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.




  • Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar.




  • La libertad no es un fin, es un medio para desarrollar nuestras fuerzas.




  • El cuerpo no es más que una apariencia que esconde nuestra realidad. La realidad es el alma.




  • Muchas veces se engañan los hombres en sus juicios, y los mundanos también se engañan en amar solamente lo visible.




  • El valor de una idea no tiene nada que ver con la sinceridad del hombre que la expresa.




  • El fracaso es el condimento que da sabor al éxito.




  • No te apresures por llegar al fin de la carrera; deja que algo te pase delante y caminarás más seguro con la experiencia de sus peligros.




  • En todos los grandes hombres de ciencia existe el soplo de fantasía.




  • Cuando la felicidad nos sale al paso, no lleva nunca el ropaje con el cual creíamos encontrarla.




  • En tanto que haya alguien que crea en una idea, la idea vive.




  • El ideal está en ti. El obstáculo para su cumplimiento, también está en ti.




  • Hay tres clases de ingratos: los que se callan el favor, los que lo cobran y los que lo vengan.




  • La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia.