Frases de Hambre

Más discurre un hambriento, que cien letrados.
Ayer amaneció el pueblo desnudo y sin qué ponerse, hambriento y sin qué comer, el día de hoy amanece justamente aborrascado y sangriento justamente.
- El pueblo se muere de hambre... - ¡Pues denle pasteles!
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El hambre es la compañera inseparable del perezoso.

Un millón de niñitos se nos muere de hambre y un silencio se duerme contemplándolos.
El hambre es muy mala consejera.
El hambre del mundo, la violencia social y étnica. Estas cosas ocurren porque se ha acelerado la destrucción de la naturaleza.
El hambre es la compañía forzosa del hombre indolente.
Me conformo, porque no está en mi mano el darme otra. Venga todo antes que la muerte, y padezcamos con tal que no falte un pedazo de pan, y pueda uno comérselo con dos salsas muy buenas: el hambre y la esperanza.
Haz del hambre tu salsa, como una medicina para la salud.
Bostezo luengo, o hambre o sueño.

A buen hambre, no hace falta condimento.
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Un estomago vacío, es un mal consejero.
—En España no había gran cosa para comer. —Voy a prepararte algo. —No hay prisa. Llevo doce meses pasando hambre; podré resistirlo unos minutos más. Pero te diré qué me apetece mucho. —¿Qué? ¡Pide lo que sea! —Me encantaría que me prepararas una buena taza de té.
Willy, ¿Puedo comerme al gato?
- ¿Qué quieres? - Comer. - ¿Qué traes? - Hambre.
- Con lo que saco de esos patanes apenas puedo cubrir los gastos de mis perfumes. ¿Y que hay de Roulé, ha pagado ya el alquiler?- No excelencia, ni lo pagará. Murió la semana pasada.- ¡Oh! ¡Qué cosa más impertinente, morir sin pagar el alquiler! ¿De qué murió?- De hambre.- El hambre es indulgente con esos campesinos, igual que la gota con nosotros.
Un frío intenso, cansancio, hambre. Que insignificante es el hombre ante la naturaleza.

Entra, no muerdo, cuando no tengo hambre.
A buen hambre, no hay pan duro, ni se moja en vino puro.
A buen hambre, no hay pan duro, ni falta salsa a ninguno.
A buen hambre, no hay mal pan.
Hambre y esperar, hacen rabiar.
Hambre furiosa, no respeta ninguna cosa.
Hambre fiera, no da espera.
El hambre, agudiza el ingenio.
La enfermedad hace a la salud buena, el hambre a la hartura, el cansancio al descanso.
Entre gavilla y gavilla, hambre amarguilla.
Quien se acuesta con hambre, sueña con viandas.

Repartir bonos y echar discursos eran cosas que hacían con la mayor facilidad del mundo. Dar de comer era ya otra cosa.
El hambriento, por sorber algo, sorbe el viento.
El presente es angustioso. Muy desgraciado está el mundo. Muy disparejo. Hay violencia y hambre y muchas cosas que no deberían existir. El mundo ha cambiado mucho, pero hay que adaptarse.
El pueblo pasa hambre porque sus superiores consumen en exceso sobre lo que recaudan.
Quien de esperanzas vive, de hambre muere.