Frases del Destino

Debemos recuperar la confianza y el impulso para decidir nuestro propio destino.

He aprendido que la gente rara vez te defraudará si comprende que tu destino está en sus manos, y viceversa.

En el fondo, las cosas tienen su plan secreto y nuestro destino está predeterminado. Esto no significa que el libre albedrío no nos permita trazar nuestro propio camino.

Es un error mirar demasiado lejos. Sólo un eslabón de la cadena del destino puede ser manejado a la vez.

Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la obligación de tener un destino.

Levantado el muro contra la voluntad de los inmortales dioses, no debía subsistir largo tiempo.

En la vida, los destinos están casi siempre separados: quienes comprenden no son los ejecutores, y quienes actúan no comprenden.

Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.

Cuando le das a los niños las herramientas necesarias para cambiar su destino, es realmente enriquecedor.

No creo en la casualidad ni en la necesidad; mi voluntad es mi destino.

Las acciones son las semillas de los designios que crecen en nuestro destino.

No hay más destino que el que nos haremos a pura sangre, a mano.

He comprendido que somos sordos y ciegos, que venimos de la noche para volver a la noche sin saber nada de nuestro destino.

Tendremos el destino que nos hayamos merecido.

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.

Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también.

Nadie nos salva sino nosotros mismos. Nadie puede y nadie debe. Nosotros mismos debemos recorrer el camino.

A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea y sabemos que así será.

Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará.

A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.

No existe lugar en el que puedas estar, que no sea el lugar donde te tocaba estar.

Eres es el dueño de tu destino. Puedes influir, dirigir y controlar tu propio entorno. Puedes hacer que tu vida sea como quieres que sea.

Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres.

La capacidad de tener esperanza es el hecho más significativo de la vida. Le proporciona a los seres humanos un sentido de destino y la energía para empezar.

El hombre no controla su propio destino. Las mujeres en su vida lo hacen por él.

No existe tal cosa como la casualidad, y lo que nos parece un simple accidente brota de la más profunda fuente del destino.

El realismo nos avisa que el sufrimiento es una parte consustancial de la vida, como el destino y la muerte. Sin ellos, la vida quedaría incompleta.

Hasta en la muerte de un pajarillo interviene una providencia irresistible.

Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino.

Cuando no tuve nada que perder, lo perdí todo. Cuando dejé de ser quién era, me encontré a mí mismo. Cuando conocí la humillación y aun así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino.

El hombre no es otra cosa sino lo que hace de sí mismo.

La manera en que una persona toma las riendas de su destino es más determinante que el mismo destino.

Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción.

Ni aun permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar puede el hombre escapar a la sentencia de su destino.

Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas

El hombre es el verdadero creador de su destino. Cuando no está convencido de ello, no es nada en la vida.

Actualmente, el destino del mundo depende, en primer lugar, de los estadistas, y en segundo, de los intérpretes.

Triste y grandioso es el destino del artista.