Frases de William S. Burroughs

Fue un novelista, artista visual, ensayista y crítico social estadounidense

En la tristeza profunda no hay lugar para el sentimentalismo
Tu mente responderá la mayoría de las preguntas si aprendes a relajarte y esperas la respuesta correcta.
Lo primero y lo más importante que puede hacer un individuo es convertirse en un individuo de nuevo.
El silencio es sólo atemorizante para las personas que sufren de verborrea compulsiva.
¿Cómo saber si alguien es un verdadero amigo? Ese amigo cuidará a tu gato cuando te hayas ido.
Como todas las criaturas puras, los gatos son prácticos.
Quizá todo placer es sólo un alivio.
Nada es verdad, todo está permitido.
Nuestro farmacéutica nacional es el alcohol. Tendemos a considerar el uso de cualquier otro fármaco de horror especial.
El lenguaje es un virus.
Después de echar un vistazo a este planeta, un visitante de otro mundo diría: quiero ver al manager.
La única ética posible es hacer lo que uno quiere hacer.
Como dijo un juez a otro: "sé justo, y si no puedes ser justo, sé arbitrario".
Mirad, mirad bien el camino de la droga antes de viajar por él y liaros con las malas compañías.
Cuando uno deja de crecer empieza a morir.
Nuestra droga nacional es el alcohol. Tendemos a considerar el uso de cualquier otra droga con especial horror.
En general la resistencia está en manos de aventureros que se proponen superar y desplazar a los jefes actuales.
La felicidad es un subproducto de la función del propósito y el conflicto; los que buscan la felicidad para sí mismos buscan la victoria sin guerra.
La desesperación es la materia prima de un cambio drástico. Solo aquellos que pueden dejar atrás todo en lo que han creído pueden esperar escapar.
No hay segundas oportunidades en el curso de supervivencia de la madre naturaleza.
Ya sea que lo huela, lo fume o lo coma, el resultado es el mismo: adicción.
El propósito de la tecnología no es confundir al cerebro, es ayudar al cuerpo.
El silencio solo asusta a las personas que verbalizan compulsivamente.