Frases de William Glasser

Preocuparse pero nunca intentar poseer podría ser una forma de definir la amistad.

Somos impulsados por cinco necesidades genéticas: supervivencia, amor y pertenencia, poder, libertad y diversión.

Si todo el mundo pudiera darse cuenta de que lo correcto para mí no es necesariamente lo correcto para cualquier otra persona, el mundo sería un sitio mucho más feliz.

Todo el mundo necesita un amigo imprescindible.

Si deseas cambiar actitudes, comienza con un cambio en el comportamiento.

Cuanto más rápido vayas, más estudiantes que dejas atrás. No importa lo mucho o lo rápido que enseñe. La verdadera medida es la cantidad de estudiantes han aprendido.

Ya no habrá nadie para hablar de paz después de la próxima guerra, es de sentido común para romper con la tradición y celebrar la primera conferencia de paz.

Puede ser que otra manera de definir lo que es la amistar es querer sin intentar poseer.

Ejecución de una escuela donde todos los estudiantes a triunfar, aunque algunos estudiantes tienen que ayudar a los demás a hacer el grado, es una buena preparación para la democracia.

Antes de que se les permita entrar en la profesión, los futuros profesores se les debe pedir hablar con un grupo de estudiantes amistosos durante al menos media hora y ser capaz de participar en una interesante conversación sobre cualquier tema del futuro maestro quiere hablar.

No te cases con alguien que no sea tu amigo si no hubiera sexo entre ustedes.

Podemos enseñar muchas cosas, pero si el maestro no puede relacionarse hablándole a un grupo de estudiantes amables, nunca será un maestro competente.

Hay sólo dos lugares en el mundo donde el tiempo tiene prioridad sobre el trabajo a realizar. Escuela y cárcel.

La enseñanza efectiva puede ser el trabajo más difícil que hay.

Cuando estudias a grandes maestros … aprenderás mucho más de su cuidado y trabajo duro que de su estilo.

Ningún ser humano trabajará duro en nada a menos que crea que está trabajando por la competencia.

Muchos de nosotros no podemos satisfacer nuestras necesidades, porque decimos “sí”, cuando deberíamos decir “no”.