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Frases de William Arthur Ward

Frases de William Arthur Ward

Autor de Fuentes de la fe y uno de los escritores estadounidenses más citados a la hora de encontrar frases célebres sobre la inspiración.

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  • Solo la persona que arriesga es verdaderamente libre.



  • Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo.



  • Todo lo que hacemos debe ser el resultado de nuestra gratitud por lo que Dios ha hecho por nosotros.



  • Una sonrisa cálida es el lenguaje universal de la amabilidad.



  • El profesor mediocre habla. El buen profesor explica. El gran profesor demuestra. Pero el profesor ideal inspira.



  • La curiosidad es la mecha de la vela del aprendizaje.



  • El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.



  • Podemos tirar piedras, quejarnos sobre ellas, pisarlas o construir con ellas.



  • Es sabio dirigir el enojo hacia los problemas, no hacia la gente. Para concentrar tus energías en respuestas, no en excusas.



  • Una vida vivida sin perdón es una prisión



  • Tres claves para una vida más abundante: Preocuparte por los demás, compartir con los demás, atrévete los demás.



  • Cometer errores es humano, tropezarse es común, ser capaz de reírse de uno mismo es la madurez.



  • La felicidad es un trabajo interno.



  • Estar agradecido y no mostrarlo es como tener un regalo y no entregarlo.



  • Si lo puedes imaginar, lo puedes conseguir. Si lo puedes soñar, puedes serlo.



  • Bendecido es el que ha aprendido a admirar pero no envidiar, a seguir pero no a imitar, a alabar pero no adular, y a seguir pero no a manipular.



  • El cambio, como la luz del sol, puede ser un amigo o un enemigo, una bendición o una maldición, un amanecer o un atardecer.



  • Un día nublado no es rival para una disposición soleada.



  • La humanidad hace bien, o razas, o tolera todas sus aflicciones.



  • Las oportunidades son como los amaneceres. Si esperas demasiado tiempo, las echas de menos.



  • El maestro mediocre cuenta. El maestro corriente explica. El maestro bueno demuestra. El maestro excelente inspira.



  • Dios te dio un regalo de 86,400 segundos hoy. ¿Has usado uno para decir ‘gracias’?



  • Los pesimistas se quejan del viento, los optimistas esperan que cambie, los realistas ajustan las velas.



  • Un sentido del humor bien desarrollado es lo que equilibra tu camino a través de la vida.



  • El optimismo es una semilla sembrada en la tierra de la fe; el pesimismo es una semilla acumulada en la bóveda de la duda.



  • El optimista vive en la península de las posibilidades infinitas; el pesimista está varado en la isla de la indecisión perpetua.



  • Fe es saber que hay un océano porque has visto un arroyo.



  • Un verdadero amigo conoce tus debilidades pero te muestra tus fortalezas; siente tus miedos pero fortalece tu fe; ve tus ansiedades pero libera tu espíritu; reconoce sus discapacidades pero enfatiza sus posibilidades.



  • Antes de reaccionar, piensa. Antes de gastar, gana. Antes de criticar, espera. Antes de renunciar, inténtelo.



  • Sentir gratitud y no expresarlo es como envolver un regalo y no darlo, ahí puede comenzar la plenitud.



  • La gratitud puede transformar los días comunes en acción de gracias, convertir los trabajos de rutina en alegría y convertir las oportunidades ordinarias en bendiciones.



  • La curiosidad es la mecha en la vela del conocimiento.



  • Tres enemigos de la paz personal: arrepentimiento por los errores de ayer, ansiedad por los problemas de mañana e ingratitud por las bendiciones de hoy.



  • Una lengua quejumbrosa revela un corazón desagradecido.



  • Es aconsejable dirigir tu ira hacia los problemas, no hacia las personas; concentra tus energías en respuestas, no en excusas.



  • Un sentido del humor bien desarrollado es el polo que agrega equilibrio a tus pasos mientras caminas por la cuerda floja de la vida.



  • La excelencia sin esfuerzo es tan inútil como el progreso sin preparación.



  • Cuando buscamos descubrir lo mejor de los demás, de alguna manera sacamos lo mejor de nosotros mismos.



  • Una cálida sonrisa es el lenguaje universal de la amabilidad.



  • Cometer errores es humano; tropezar es común; ser capaz de reírse de sí mismo es la verdadera madurez.