Skip to main content

Frases de Thomas Carlyle

Frases de Thomas Carlyle

Fue un filósofo, historiador, traductor, matemático, profesor, crítico social y ensayista escocés.

12


  • La imaginación es un mal asunto cuando tiene que separarse de la comprensión.



  • Veo que ahora el sarcasmo, en general, es el lenguaje del diablo; por lo cual he renunciado a él desde hace mucho tiempo.



  • Toda obra noble fue en un principio imposible.



  • ¿Acaso no es más espléndida la luz que el fuego? Es el mismo elemento en el estado de pureza.



  • La gran ley de la cultura es: dejemos a cada uno convertirse en lo que es capaz de hacer.



  • Toda reforma que no signifique la de las costumbres será siempre inoperante.



  • Ahora veo que, en general, el sarcasmo es el lenguaje del demonio.



  • No pienses nunca mal de nadie. Pensar mal es la mejor manera de que las buenas obras de los demás no te sirvan de edificación.



  • El hombre ha nacido para luchar, y es como se le define mejor, diciendo que es un guerrero nato y que su vida, desde el principio al fin, no es sino una batalla.



  • La facultad de amar y de admirar es el punto de partida para medir la grandeza de las almas escogidas.



  • Ningún gran hombre vive en vano; la historia del mundo no es más que la biografía de los grandes hombres.



  • Un gran hombre demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños.



  • En intelectual es alguien cuya mente se mira a sí misma.



  • La verdadera inteligencia no es una herramienta, sino una mano capaz de esgrimir con provecho cualquier herramienta de la que se trate.



  • Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.



  • El periodismo es grande. Cada periodista ¿no es un regulador del mundo, si lo persuade?.



  • La miseria, de cualquier clase que sea, no es la causa de la inmoralidad, sino su efecto.



  • En cualquier ocasión de esta vida, lo importante es no lo que ganamos, sino lo que hacemos.



  • El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también.



  • Nuestras obras son el espejo en que el espíritu contempla por vez primera sus rasgos naturales.



  • No es nuestra facultad lógica y razonadora, sino la imaginación la que reina sobre nosotros.



  • Un monstruo hay en el mundo: el ocioso.



  • Quien no trabaja no descansa.



  • La educación y la cortesía abren todas las puertas.



  • Cumple el deber que tengas más a mano, y que se manifieste claramente como tal deber. El siguiente se te aparecerá aún más claro.



  • Una vida bien escrita es casi tan rara como una vida bien vivida.



  • ¿Puede haber en el mundo algo más espantoso que la elocuencia de un hombre que no habla la verdad?



  • Los discursos que no conducen a alguna manera de acción más vale no pronunciarlos.



  • No hay nada más espantoso que la elocuencia de un hombre que no dice la verdad.



  • No hay acto entré los hombres tan moral como el de mandar y obedecer.



  • La mayor de las faltas, diría yo, es no tener conciencia de ninguna.



  • De ciento que pueden soportar la adversidad, apenas hay uno que pueda sobrellevar la prosperidad.



  • La adversidad pesa a veces muy duramente; pero por un hombre que pueda resistir la prosperidad se encuentra un centenar que resistirá la desgracia.



  • La contemplación de si mismo es, infaliblemente, un síntoma de enfermedad.



  • Una mente callada es una mente feliz.



  • Nada hay más ruin que la arrogancia de un hombre egoísta.