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Frases de Stefan Zweig

Frases de Stefan Zweig

Fue un escritor, biógrafo y activista social judío-austríaco, posteriormente nacionalizado británico.

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  • La medida más segura de toda fuerza es la resistencia que vence



  • En la historia, los momentos en los que prevalecen la razón y la reconciliación son cortos y fugaces.



  • En la historia, los momentos en los que la razón y la reconciliación prevalecen son cortos y fugaces.



  • ¿Para qué vivimos si el viento que sigue a nuestro zapato ya borra nuestra última huella?



  • Sólo la persona que tiene la luz con experiencia y la oscuridad, la guerra y la paz, la subida y la caída, sólo esa persona tiene vida verdadera experiencia.



  • Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad.



  • En la vida, los destinos están casi siempre separados: quienes comprenden no son los ejecutores, y quienes actúan no comprenden.



  • Nada torna a la gente más desnaturalizada e insubordinada que una larga y constante ociosidad.



  • Ninguna culpa se olvida mientras la conciencia lo recuerde.



  • No es hasta que nos damos cuenta de que significamos algo para los demás que no sentimos que hay un objetivo o propósito en nuestra existencia.



  • Primera muestra de una auténtica vocación política lo es, en todo tiempo, que un hombre renuncie desde el principio a exigir aquello que es inalcanzable para él.



  • Solo la persona que ha experimentado la luz y la oscuridad, la guerra y la paz y los vaivenes, solo aquella persona ha de verdad experimentado la vida.



  • La tradición es una muralla de piedra hecha de pasados que ciñe al presente.



  • Casi siempre la responsabilidad confiere grandeza al hombre.



  • El miedo es peor que el castigo, porque éste es algo concreto y ya sea mayor o menor, siempre será mejor que la horrible incertidumbre, lo espantoso de la angustia infinita.



  • La voluntad sólo obra milagros cuando no se pone en acción de manera vacilante, cuando no se dispersa.