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Somos adictos a nuestros pensamientos. No podemos cambiar nada si no cambiamos nuestros pensamientos.
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Si puedo ver dolor en tus ojos, entonces compártelo conmigo con tus lágrimas. Si puedo ver alegría en tus ojos, entonces compártela conmigo con tu sonrisa.
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Nunca te detengas por sentirte derrotado. El viaje hasta el otro lado es posible solo después de un gran sufrimiento.
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Su felicidad flotaba como olas del océano a lo largo de la costa de su vida. Encontró letras de su vida en sus brazos, pero nunca cantó su canción.
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Nunca te detengas solo porque te sientes derrotado. La travesía hacia el otro lado solo es posible luego del sufrimiento.
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En cada persona, hay un perpetrador y un diablo. Con el pasar del tiempo, el perpetrador muere y el diablo tiene que ascender.