No es la blancura de los cabellos la que comunica prudencia.
No digas lo que pienses cuando hables de negocios con extraños.
El ojo de la prudencia nunca puede cerrarse.
La prudencia es la hija del fracaso.
No se deben presentar con trompetas las decisiones importantes de nuestras vidas. El destino ha de emprenderse en silencio.
Al que va a la bodega por vez se le cuenta, beba o no beba.
El principal peligro en la vida es que usted puede tener demasiadas precauciones.
No decir más de lo que haga falta, a quien haga falta y cuando haga falta.
En España de cada 10 cabezas: 9 embisten y 1 piensa.
El que es prudente es moderado; el que es moderado es constante; el que es constante es imperturbable; el que es imperturbable vive sin tristeza; el que vive sin tristeza es feliz; luego el prudente es feliz.
El hombre prudente no se vale jamás de la palabra para el sarcasmo ni para la difamación.
Hay una falsa modestia que es vanidad, una falsa grandeza que es pequeñez, una falsa virtud que es hipocresÃa y una falsa sabidurÃa que es prudencia.
No lo hagas si no conviene. No lo digas si no es verdad.
El hombre prudente sabe prevenir el mal, el hombre valeroso lo soporta sin quejarse.
Ten en cuenta lo que vayas a decir, no lo que pienses.
La virtud de la prudencia es la que nos educa para reflexionar bien y asÃ, decidir bien.
Gran parte de la prudencia consiste en preguntar.
Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.