Frases de Promesa. Encuentra docenas de Frases de Promesa con fotos para copiar y compartir.
El hombre que mucho promete, mucho olvida.
El más parco en prometer, es siempre el más fiel en cumplir.
El medio más seguro de mantener la palabra dada es no darla nunca.
En las promesas almíbar, en el cumplimiento acíbar.
Las promesas valen más y cuestan menos. Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas.
No te importe prometer. ¿Qué daño pueden hacerte las promesas? Todo el mundo puede ser rico en promesas.
Nubes de viento que no tienen lluvia es el hombre fanfarrón que no cumple sus promesas.
Pesas promesas con juramentos y pesaréis la nada.
Prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores.
Que quien en prometer es muy ligero, proverbio es que despacio se arrepiente.
Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado.
Más vale un "toma" que dos "te daré".
Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.
Las muchas promesas disminuyen la confianza.
La mejor forma de cumplir con la palabra empeñada es no darla jamás.
Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo.
Pero tengo promesas que cumplir, y andar mucho camino sin dormir.
Los hombres son todos parecidos en sus promesas. Sólo en sus acciones es que ellos difieren.
Alegría y amor son las alas para las grandes promesas.
La mejor manera de mantener la palabra de uno es no darla.
No hay nada tan amargo como estar largo tiempo pendiente de una promesa.
Las promesas sólo tan fuertes como la persona que las hace.
Mi orgullo caballeresco encuentra despreciable el hacer promesas.
Una onza de desempeño vale más que una libra de promesas.
No debe prometer andar en la oscuridad quien no ha visto el anochecer.
Los votos rotos son como espejos rotos. Dejan a quienes los sujetaban sangrando y mirando imágenes fracturadas de sí mismos.
Promesas de enamorados, por la mayor parte son ligeras de prometer y muy pesadas de cumplir.
Las promesas representan el modo exclusivamente humano de ordenar el futuro haciéndolo predecible y digno de confianza, en la medida en que tal cosa es humanamente posible.
También los hombres pueden prometer, porque en la promesa hay algo inmortal.
El que engaña con un juramento reconoce que teme a su enemigo, pero piensa poco en Dios.
El momento en que haces que alguien prometa algo es el mismo momento en que le pides que te mienta.
Una promesa es una letra de cambio que giramos contra nuestro porvenir.
La hipocresía puede permitirse el lujo de ser magnífica en sus promesas, porque nunca pretender ir más allá de lo prometido.
Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar.
Los perdedores hacen promesas que a menudo rompen. Los ganadores asumen compromisos que siempre cumplen.
Los juramentos que hicieron en medio de la necesidad no los observan los mezquinos cuando se han librado de ella.
Las promesas políticas se parecen mucho a los votos matrimoniales. Se hacen al inicio de la relación entre candidato y votante, pero se olvidan rápidamente.
El mentiroso siempre es pródigo en juramentos.
No es el juramento de un hombre lo que nos hace creer en él, sino el hombre que dice el juramento.
Pon más fuerza en la nobleza de tu carácter que en los mismos juramentos.