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Frases de Pema Chödron

Frases de Pema Chödron

Es una estadounidense practicante de budismo tibetano.

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  • La verdadera compasión no consiste en desear ayudar a aquellos que son menos afortunados que nosotros, sino en darnos cuenta de nuestro parentesco con todos los seres



  • Tú eres el cielo. Todo lo demás es solo el clima.



  • La paz interior comienza cuando decides que no permitirás que las personas o las circunstancias controlen tus emociones.



  • La paciencia es el entrenamiento para permanecer con la inquietud de nuestra energía y dejar que las cosas evolucionen a su propia velocidad.



  • El budismo en sí mismo se trata de empoderarte a ti mismo, no de conseguir lo que quieres.



  • Tal vez la enseñanza más importante es aligerar y relajarse. Lo estamos dejando desdibujar los rincones afilados de la autocrítica y la queja.



  • Nada desaparece hasta que nos enseña lo que necesitamos saber.



  • Usamos todo tipo de formas de escapar: todas las adicciones surgen de este momento en el que conocemos nuestra ventaja y simplemente no podemos soportarla. Sentimos que tenemos que suavizarlo, rellenarlo con algo y nos volvemos adictos a lo que sea que parezca aliviar el dolor.



  • El ego busca dividir y separar. El espíritu busca unificar y sanar.



  • Todo ego realmente es, son nuestras opiniones, que consideramos sólidas, reales y la verdad absoluta sobre cómo son las cosas.



  • La paz interior empieza en el momento en que eliges no permitir que otra persona o evento controle tus emociones.



  • Lo que haces por tu persona, también lo haces por los demás, y lo que haces por los demás, lo haces por ti.



  • Nos aferramos a la esperanza, y la esperanza nos roba el momento presente.



  • Si estás furioso, y creyendo que tienes razón expresas tu furia y culpas a todos los demás, en realidad eres tú quien sufre. Las demás personas y el entorno también sufren, pero tú sufres más, porque la furia te está comiendo por dentro, haciendo que te odies a ti mismo más y más. Expresamos estas emociones porque, paradójicamente, pensamos que eso nos producirá cierto alivio. Equiparamos la expresión con la felicidad. Y a menudo se produce cierto alivio, momentáneo. Cuando eres adicto y satisfaces tu adicción, sientes un alivio momentáneo. Y después la pesadilla empeora.