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Frases Ovidio

Frases Ovidio

Fue un poeta romano. Sus obras más conocidas son Arte de amar y Las metamorfosis, ambas en verso; la segunda recoge relatos mitológicos procedentes del mundo griego.

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  • De todos los dioses, fue la última en abandonar la tierra ensangrentada la virgen Astrea [diosa de la Justicia].



  • Bien vive quien bien oculta.



  • Algunas heridas se agravan con los remedios que se les aplican. Más valiera no haberlas tocado.



  • Oponte a los comienzos: es tarde para acudir a las medicinas cuando el mal,merced a las largas dilaciones, se ha arraigado.



  • El éxito justifica la acción.



  • El amor a la patria es más patente que la razón misma.



  • He tenido esperanza de algo mejor, porque creí haberlo merecido.



  • La esperanza que llega fundada en nuestros propios merecimientos, es justa.



  • Para ser amado, sé amable.



  • Es conveniente ignorar muchas cosas. La mayor parte de los asuntos resultarían repulsivos si no se encubrieran sus interioridades.



  • Créeme, aquel que ha vivido bien escondido, bien ha vivido. Cada cual debe vivir dentro de los límites de su fortuna.



  • La razón es mi augurio y mi pronóstico de lo futuro; ella me ha servido para adivinar y conocer.



  • ¡Ojalá fuera yo tan feliz cuanto mi conciencia es pura!



  • Un dios habita en nosotros; cuando él se agita, llénase de ardor nuestro espíritu. Este impulso es el que hace germinar las semillas de la celeste inspiración.



  • Mientras seas feliz, tendrás amigos; pero si la fortuna te es adversa, te quedarás solo.



  • Mientras fueres feliz, contarás con numerosos amigos; si el tiempo se nublara, te hallarás solo.



  • A la manera de la sombra que acompaña a los que caminan por el sol, y que, cuando éste se oculta tras las nubes, los abandona ; así, el vulgo tornadizo sigue a sus favoritos durante el esplendor de su fortuna, mas una vez que ésta se esconde entre las nubes, se aleja de ellos.



  • Cuando la fortuna es favorable a alguno y le muestra un rostro halagüeño, todos siguen en pos de sus florecientes riquezas. Mas tan pronto como empieza a tronar, todos huyen, y el que poco ha andaba rodeado de un escuadrón de amigos, no es reconocido por nadie. Esta verdad, que los ejemplos antiguos demostraron, ahorala he llegado a comprobar en mi cabeza y en mis propios males. De entre tantos que se llamaron amigos, apenas me quedáis dos o tres: los demás fueron amigos, no míos, sino de mi fortuna.



  • El egoísta tiene su corazón en la cabeza.



  • El que desde sus primeros años se acostumbra a la maldad, hace luego del crimen un arte.