Frases de Olvido

Olvidamos demasiado pronto las cosas que pensábamos que nunca podríamos olvidar.

Nunca olvides que la fuerza más poderosa de la Tierra es el amor.

Me pregunto qué le sucede a tu memoria con el tiempo. No puedo recordar a mi familia. No recuerdo sus rostros o cómo hablaban.

Si pones demasiado esfuerzo y empeño en ayudar a los demás, posiblemente estás olvidando tu salud y eso es lo único que te permite ayudar a las otras personas.

Nunca perdonaremos bastante; pero olvidamos demasiado.

Si te vas, quiero verte partir, saber que te has ido, sin adioses el amar y el morir, nunca son olvido.

Dulzura del olvido como un rocío leve cayendo en la tiniebla...

¿Estuve enfermo? ¿He sanado? ¿Y quién ha sido mi médico? ¡Ah! Si todo lo he olvidado, mi médico fue el olvido.

Gracias a Dios, los hombres han aprendido cómo olvidar en seguida lo que no tienen valor suficiente para tratar de remediar.

Recordar es el mejor modo de olvidar.

Quizás el sufrimiento y el amor tienen una capacidad de redención que los hombres han olvidado o, al menos, descuidado.

He arrastrado llorando la esperanza de olvidar, enfangando mi alma en cien amores, sin piedad.

Procuremos olvidar lo que traído a la memoria nos entristece.

Perdonar por todo aquello que no podemos olvidar crea una nueva forma de recordar, porque cambiamos la memoria de nuestro pasado por una esperanza para nuestro futuro.

Sólo el vino te librará de tus cuidados. Sólo el vino te impedirá vacilar entre las setenta y dos sectas. No te apartes del mago que tiene el poder de trasladarte al país del olvido.

No es el muerto quien provoca el estupor es la sorpresa de ver cómo olvidamos su propia muerte, nuestro gran dolor.

No olvida quien finge olvido, sino quien puede olvidar.

Destruimos al otro cuando somos incapaces de imaginarlo.

Es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Murió del todo, pues murió olvidado.

El espacio que separa un aforismo de otro es una invitación a olvidar.

No se puede olvidar el tiempo más que sirviéndose de él.

Nos sumergimos en los placeres o nos sumergimos en el fervor divino de cualquier modo buscamos el olvido de nosotros mismos.

Cuando tengo tiempo para bailar me olvido de todo lo demás y me siento una persona completamente feliz.

¡Olvidemos! Los jóvenes poseen el don de olvidar, de la misma manera que los viejos tienen el, de recordar.

Después de tantos años, empiezas a perder más que el apetito. Usas una máscara tanto tiempo que olvidas quién eras debajo.

No hay recuerdo que el tiempo no borre ni pena que la muerte no acabe

Olvida el pasado.

Ojos que no ven, corazón que no siente. Pues yo afirmo que no hay nada más falso que eso; cuanto más lejos, más cerca del corazón están los sentimientos que intentamos sofocar y olvidar.

Los valientes, en cambio, prenden fuego a lo que era viejo y, aunque a costa de un gran sufrimiento interior, abandonan todo y siguen adelante.

Los hombres en búsqueda de una vida se olvidan de vivir.

El tiempo pasa con su escoba de olvidar y algunos la agarran. No es difícil barrer los recuerdos que las circunstancias tornan molestos.

Olvidemos lo que ya sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse.

El pasado es un cadáver que debes sepultar.

La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo.

Tenía tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo.

Crecer no es el problema. El problema es olvidar.

Difícilmente me olvido de un rostro, sin embargo, en tu caso estaré encantado de hacer una breve excepción.

Se ama sin razón y se olvida sin motivo.

Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.