Frases de Oliver Wendell Holmes
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No hay nada como el cariño de una mujer casada. Es una cosa de que ningún marido tiene la menor idea.
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Muchos de nosotros retenemos lo suficiente la actitud teológica de pensar que somos pequeños dioses.
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Para alcanzar el puerto debemos navegar, a veces con el viento a favor y otras en contra. Pero no hay que desviarse o acostarse en el ancla.
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El follaje ha perdido su frescura a través del mes de agosto, aquí y allá una hoja amarilla se muestra como los primeros cabellos blancos entre las fisuras de una belleza que ha visto una estación de más.
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Las personas que honestamente significan para ser verdad realmente se contradicen con mucha menos frecuencia que aquellos que tratan de ser 'coherente'.
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A través de nuestra gran fortuna, en nuestra juventud nuestros corazones fueron tocados por el fuego. Se le ha dado a nosotros para aprender desde el principio que la vida es una cosa profunda y apasionada.
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La verdadera religión del mundo viene de las mujeres mucho más que a los hombres - de las madres sobre todo, que llevan a la clave de nuestras almas en sus pechos.
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Una vez que la mente de una persona ha sido estirada por una nueva idea, nunca recupera su dimensión original.
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El café de la mañana tiene una euforia que el efecto del té de la tarde o la noche no es capaz de producir.
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