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Frases de Moral

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  • Todo cristiano sin heroísmo es un cerdo.




  • En la esfera moral, la experiencia ha hecho más adeptos que los sermones, y la desgracia más cristianos que el catecismo.




  • Un gran abismo se ha abierto entre el progreso material del hombre y su progreso social y moral.




  • Es propio de la tentación adoptar una apariencia moral: no nos invita directamente a hacer el mal, eso sería muy burdo. Finge mostrarnos lo mejor: abandonar por fin lo ilusorio y emplear eficazmente nuestras fuerzas en mejorar el mundo. Además, se presenta con la pretensión del verdadero realismo. Lo real es lo que se constata: poder y pan. Ante ello, las cosas de Dios aparecen irreales, un mundo secundario que realmente no se necesita.




  • Una de las técnicas principales para destruir la moral por medio de una 'estrategia de terror' consiste exactamente en la táctica siguiente: que la persona no sepa con claridad en qué posición se encuentra ni qué puede esperar.




  • Antes, sucedía que el hombre de ideaslibres estaba educado en normas religiosas, en la ley y la moralidad, llegando a las ideaslibres mediante luchas y trabajos. Pero ahora surge un tipo nuevo de gente de ideaslibres que crece sin saber siquiera que existen leyes de moral y religión y que hay autoridad. Se desarrollan en la negación de todo, es decir, como salvajes.




  • Nacemos con un instintomoral que la evolución ha configurado en nuestro cerebro. Luego las culturas se encargan de potenciarlo o distorsionarlo.




  • Las culturas hipersocializadas eliminan la iniciativa y la responsabilidad individual. Las culturas hiperindividualizadas eliminan todo marco moral.




  • Los conservadores, en cambio, que habían recibido el poder directamente de Dios, propugnaban por la estabilidad del orden público y la moral familiar; eran los defensores de la fe de Cristo, del principio de autoridad, y no estaban dispuestos a permitir que el país fuera descuartizado en entidades autónomas.




  • En gramática dos negaciones equivalen a una afirmación, de igual manera en la moral conyugal dos prostituciones equivalen a una virtud.




  • Yo ya no apruebo ni desapruebo nada. Es una actitud absurda ante la vida. No se nos pone en el mundo para airear nuestros prejuicios morales.




  • Soy un proscrito moral. Trafico en teorías corrompidas.




  • La castidad no es una virtud mística, una virtud propia del claustro y de los iniciados. Es una virtudmoral y social, una virtud necesaria para la vida del género humano.




  • La religión, como la moral, no pueden ser verdad para la vida sino son verdad también para la conciencia.




  • La verdadera religión es el fruto del silencio y del recogimiento. Su nombre es sinónimo de distinción, de elevación, de refinamiento. Nace ella con la delicadezamoral en el momento en que el hombre virtuoso, después de entrar dentro de sí mismo, escucha unas voces que se entrecruzan.




  • El teatro debe divertir noblemente, pero nada más que divertir. Pretender hacer de él una escuela de moral es corromper a la vez la moral y el arte.




  • La gloria del hombre reside en la rectitud y el buen uso de su voluntad; y la gloria de la inteligencia es servir al triunfo del principio moral.




  • Porque la muerte desata y libera, porque la muerte es liberación, pero no liberación del mal, sino liberación maligna. Libera del peso de las costumbres y de la moral, libera de la disciplina y del decoro, libera todo en aras del placer.




  • Mi hipótesis es que de la interacción duradera entre gentes liberadas de los cinco grandes deformadores morales –pobreza, ignorancia, miedo, dogmatismo y odio al vecino– emerge un modelo ético universalmente deseable.




  • Ninguna moral puede fundarse sobre la autoridad, ni siquiera aunque la autoridad fuera divina.




  • ¿Por qué Europa ha respondido tan mal a su crisis? Ya he apuntado parte de la respuesta: muchos dirigentes del continente parecen decididos a «helenizar» el cuento y creer que quienes atraviesan dificultades —no solo Grecia— han llegado ahí por culpa de la irresponsabilidad fiscal. Y, con esta premisa falsa, se busca un remedio falso: si el problema era el despilfarro fiscal, la rectitud fiscal debería ser la solución. Se presenta la economía como una obra moral, pero con otra vuelta de tuerca: en realidad, los pecados por los que se pena jamás tuvieron lugar.




  • Queda claro que la predicación moral cristiana no es una ética estoica, es más que una ascesis, no es una mera filosofía práctica ni un catálogo de pecados y errores. El Evangelio invita ante todo a responder al Diosamante que nos salva, reconociéndolo en los demás y saliendo de nosotros mismos para buscar el bien de todos. ¡Esa invitación en ninguna circunstancia se debe ensombrecer! Todas las virtudes están al servicio de esta respuesta de amor. Si esa invitación no brilla con fuerza y atractivo, el edificiomoral de la Iglesia corre el riesgo de convertirse en un castillo de naipes, y allí está nuestro peor peligro. Porque no será propiamente el Evangelio lo que se anuncie, sino algunos acentos doctrinales o morales que proceden de determinadas opciones ideológicas. El mensaje correrá el riesgo de perder su frescura y dejará de tener «olor a Evangelio».




  • ¡Oh destino implacable de las sociedades humanas, que perdéis los hombres y las almas en vuestro camino! ¡Océano en que cae todo lo que deja caer la ley! ¡Siniestra desaparición de todo auxilio! ¡Muertemoral!




  • Ni la moral ni la crítica pueden pedir al arte lo que no debe el arte dar.




  • El arte, aunque sea descabellado, y lo bello, aunque sea desproporcionado, tienen siempre algún buen fin, o cuando menos, alguna buena intención, y en ese sentido algo tienen de intrínsecamente moral.




  • La verdadera grandeza de la humanidad está en la elevación moral, sufrido, iluminado y decorado por el intelecto del hombre.




  • El valormoral es menos común que la valentía en la batalla o una gran inteligencia.




  • El arte, esa nueva y tiránica religión que se sitúa por encima del bien y del mal, y es indiferente al hombre, al placer, al dolor, a la moral, a la vida y a la muerte.




  • Por eso no es propiamente la moral la doctrina de cómo nos hacemos felices, sino de cómo debemos llegar a ser dignos de la felicidad.




  • El fundamento de la moral y de las leyes lo constituyen la mayor felicidad del mayor número de gentes.




  • El fin de la ley es realizar en la sociedad, parcialmente al menos, el orden moral.




  • Dios ha querido que la libertad civil, la política, todo linaje de libertades nazcan como de su fuente, de la libertadmoral, es decir, del dominio de la razón apoyada en Dios, sobre las pasiones que tienden a esclavizarla.




  • Así como la libertadmoral es el derecho de usar de nuestra propia vida bajo nuestra responsabilidad, la libertad social es el derecho que tienen todos los ciudadanos de obedecer solo a ley.




  • La indiferencia ante los problemas morales es la enfermedad de las clases ilustradas.




  • Los fundamentos o cimientos de la moral son como todos los cimientos; si se profundiza demasiado en torno a ellos, toda la superestructura se viene abajo.




  • Aunque todos los sabios derramaran el tesoro de su sabiduría, no hay más severo moralista que el placer.




  • Para esos que solo admiten la naturaleza, no hay otra moral, a la larga, que la que cabe en el código penal; y aun ésta ha de guardarse allí muchas veces en vano.




  • No hay lugar en lo más alto de los cielos ni en lo más profundo del océano donde no impere la leymoral.




  • Si existen dos actitudes morales que nuestro tiempo necesita con urgencia son el autocontrol y el altruismo.




  • Es indispensable fijar como condición irreductible que la moralpolítica es la base de todos los progresos y de todas sus formas eficientes, restableciendo el poder, siempre vivificante de sus principios