Frases de Mentiras

Más vale ser vencido diciendo la verdad, que triunfar por la mentira.

La mentira es la forma más simple de autodefensa.

Las mentiras son una de las formas más comunes de engañar a los demás. Son declaraciones falsas o inexactas que se dicen con el propósito de ocultar la verdad o para lograr un fin. A veces, las personas usan mentiras inocentes para evitar herir los sentimientos de alguien, pero en otros casos, las mentiras pueden ser usadas con fines egoístas y destructivos. Independientemente del motivo, la mentira siempre tiene consecuencias negativas. Aquí hay algunas frases sobre mentiras que te ayudarán a entender mejor esta actitud:

No hay mentira que dure para siempre.

Las mentiras tienen alas y vuelan lejos.

Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve.

Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.

La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.

Las mentiras corren carreras cortas, pero la verdad corre maratones.

Un buen mentiroso sabe que la mentira más efectiva es siempre una verdad a la que se le ha sustraído una pieza clave.

El hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras.

Hay tres clases de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas.

La mentira es un triste sustituto de la verdad, pero es el único que se ha descubierto hasta ahora.

Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.

La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.

El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.

Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.

El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.

Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña.

El mentiroso tiene dos males: ni cree ni es creído.

Las mentiras más crueles son dichas en silencio.

Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa.

Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentiras a medias, de ningún modo es una media verdad.

Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.

Antes se atrapa al mentiroso que al cojo.

De todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que hace más estragos.

La boca puede mentir, pero la mueca que se hace en ese momento revela, sin embargo, la verdad.

Ante lo reiterado, y a falta de quien contradiga, todos creen, lo que no significa saber.

Toda mentira de importancia necesita un detalle circunstancial para ser creída.

La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato tiene apenas nueve vidas.

Hay circunstancias en que una mentira es el más santo de los deberes.

Una mentira no tendría ningún sentido a menos que sintiéramos la verdad como algo peligroso.

Es sorprendente lo fácil que una mentira se asume como verdadera cuando se impone desde siempre.

Lo que ha sido creído por todos siempre y en todas partes, tiene todas las posibilidades de ser falso.

Ni la utilidad del mentir es sólida, ni el mal de la verdad perjudica mucho tiempo.

La vida es demasiado corta como para perder una parte preciosa fingiendo.

Nada es tan difícil como no engañarse.

No hay mentira más perjudicial que la verdad disfrazada.

No está mal una mala mentira cuando defendemos con ella una buena verdad.

El que miente necesita tener buena memoria.

Nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira.