Frases de Melendi

Yo tengo arrugas en el alma, tú piedras en el corazón. Mis sentimientos van en chándal y los tuyos visten de Dior.

Quiero ser la escoba que en tu vida barra la tristeza. Quiero ser tu incertidumbre y sobretodo tu certeza.

Porque el tiempo todo lo cura. Porque un clavo saca otro clavo.

Venga ponme una cerveza y una doble ración de si tengo o no tengo razón.

Tú rechazaste ser la flor para mi vida, por solo un pétalo en la de ese tipo.

Detrás de una derrota siempre hay una esperanza, cuando te veo en pelotas mi corazón busca calma.

Gracias por dejarme a mí ser el hilo conductor de una energía tan bonita, ser el tallo de esta flor que con el tiempo no marchita.

Es que yo quiero ser feliz y volar como volaba Peter Pan hacia Nunca Jamás.

Te tienes que aceptar, va a ser la única manera de avanzar.

Cada historia tiene su final, y he aprendido a no volver la vista atrás.

No me gusta hacer mucho caso a la gente, yo siempre he aprendido más de lo vivido.

Cierra los ojos, piensa en los demás, tú no sufres solo, quiérete algo más.

Somos la repercusión de nuestras acciones.

Hoy voy a darle a mi pobre corazón un par de capas de alguna pintura que borre las humedades que le han dejao tus recuerdos.

Qué difícil es echar de menos algo que nunca has tenido.

Somos como corderitos persiguiendo religiones sin saber que la verdad se encuentra en nuestros corazones.

Hoy no salgo de mi casa, lo de fuera ya no me interesa.

Unos no saben lo que dicen y otros no dicen lo que saben.

Me cansé de echarte de menos durmiendo en la misma cama separados por el hielo.

No quiero volver a las ilusiones, son como espejismos que hacen que te vea como quiero yo, y la realidad no es así.

Vi a cuatro individuos en la tele peleando por el poder mientras en la calle un pueblo esclavizado buscaba en la basura para comer.

Te busco en cada amanecer y sólo encuentro pena, la que llevo por dentro y me habla de tu vida, la que te siente todavía aquí.

No quiero nudos de garganta. No quiero bailar con la pena porque me da miedo pisarla.

Se me han roto las bombillas de las luces que alumbraban mi camino.

No pienses que esta vida tiene que contar contigo.

Que no vale la pena luchar por cambiar ciertas cosas. No todas las orugas se pueden hacer mariposas.

No quiero a nadie a mi alrededor que le salpique esta puta mierda que algunos todavía llaman amor.

Porque el amor, corazón, no se mide, el amor es un arte.

Tengo prisa ya por verte, por tenerte entre mis brazos, porque cuando tú estás lejos no me late el corazón.

Ella sólo quería ser la reina de mis besos, me hizo nombrar caballero de los traviesos, me hizo olvidar un segundo la realidad.

Desde mi ventana son más bonitas las noches, tú eres mi cenicienta y todas las estrellas son de colores.

Olvídate de todo lo que fui y quiéreme por lo que pueda llegar a ser en tu vida.

¿Sabes? Contigo sólo soy feliz. ¿Sabes? Tú me enseñaste a sonreír.

Llegaste cuando más necesitaba, cuando la vida me ahogaba.

Hoy le pido a mis sueños que te quiten la ropa, que conviertan en besos todos mis intentos de morderte la boca.

Quisiera ir de la mano de este sentimiento que llevo tan dentro y me cuesta tanto tener callado cuando te encuentro.

Que cosa tan rara y complicada que es la movida esta del amor, cuando lo tienes te sobra y cuando te falta ya no sale el sol.

Eres tú la que da luz a los rincones más oscuros de mi alma.

En la guerra como en el amor todo vale y siempre queda un perdedor. Normalmente pierde el que quiere más.