Frases de Martin Luther King
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La medida final de un hombre no es dónde se encuentra en momentos de comodidad y conveniencia, sino donde se encuentra en momentos de desafÃo y controversia.
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Bien puede ser que tengamos que arrepentirnos en esta generación. No solo por las palabras mordaces y las acciones violentas de la gente mala, sino por el silencio espantoso y la indiferencia de la gente buena que se sienta y dice: espera a tiempo.
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La historia tendrá que registrar que la mayor tragedia de este perÃodo de transición social no fue el clamor estridente de la gente mala, sino el silencio espantoso de la gente buena.
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La medida definitiva de un hombre no es dónde está parado en momentos de comodidad y conveniencia, sino dónde está parado en momentos de desafÃo y controversia.
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Todos pueden ser geniales… porque cualquiera puede servir. No es necesario tener un tÃtulo universitario para servir. No es necesario que el sujeto y el verbo acepten servir. Usted sólo necesita un corazón lleno de gracia. Un alma generada por amor.
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Hemos volado el aire como pájaros y nadado por el mar como peces, pero aún no hemos aprendido el simple acto de caminar por la tierra como hermanos.
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Pronto o más tarde toda la gente del mundo tendrá que descubrir una manera de vivir juntos en paz, y asà transformar esta elegrÃa cósmica pendiente en un salmo creativo de fraternidad. Para lograrlo, el hombre debe evolucionar para todo conflicto humano un método que rechace la venganza, la agresión y las represalias. La base de tal método es el amor.
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La ley y el orden existen con el propósito de establecer justicia y cuando fallan en este propósito se convierten en represas peligrosamente estructuradas que bloquean el flujo del progreso social.
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Haz una carrera de humanidad. Comprométete a la noble lucha por la igualdad de derechos. Harás una mejor persona de ti mismo, una nación más grande de tu paÃs y un mundo mejor para vivir.
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Sube el primer escalón con fé. No necesitas divisar toda la escalera, sólo toma el primer escalón.
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La filantropÃa es encomiable, pero no debe hacer que el filántropo pase por alto las circunstancias de injusticia económica que hacen necesaria la filantropÃa.
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Como una ebullición que debe abrirse con toda su fealdad a las medicinas naturales del aire y la luz, la injusticia debe ser expuesta a la luz de la conciencia humana antes de que pueda curarse.
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Ocasionalmente en la vida hay esos momentos de cumplimiento indescriptible que no pueden explicarse completamente por esos sÃmbolos llamados palabras. Sus significados solo pueden ser articulados por el lenguaje inaudible del corazón.
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Y asà Jesús nos dio una nueva norma de grandeza. … Pero reconoce que el que es más grande entre vosotros será vuestro siervo. Esa es una nueva definición de grandeza. Y esta mañana, lo que me gusta de ella: dando esa definición de grandeza, significa que todo el mundo puede ser grande, porque todo el mundo puede servir.
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El éxito, el reconocimiento y la conformidad son las palabras clave del mundo moderno, donde todo el mundo parece anhelar la seguridad anestésico de ser identificado con la mayorÃa.
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El progreso humano no es automático ni inevitable … Cada paso hacia la meta de la justicia requiere sacrificio, sufrimiento y lucha; los incansables esfuerzos y la apasionada preocupación de personas dedicadas.
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Todo trabajo que eleve a la humanidad tiene dignidad e importancia y debe llevarse a cabo con meticulosa excelencia.
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La verdadera medida del hombre no la da su actitud en momentos de fortuna o bienestar, sino cuando se enfrenta a las adversidades de la vida.
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Es a través de los momentos difÃciles cuando te vuelves más fuerte para poder soportar las tormentas de la vida.
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Una nación o civilización que continua produciendo hombres de mente blanda, compra a plazos su propia muerte espiritual.
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La función de la educación es enseñar a pensar intensa y crÃticamente. Inteligencia más carácter, ese es el objetivo de la verdadera educación.
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Todo hombre debe decidir si caminará a la luz del altruismo creativo o en la oscuridad del egoÃsmo destructivo.
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Lo peor de todo no es morir joven, sino vivir hasta los 75 y todavÃa no haber vivido verdaderamente.
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Todo trabajo que mejore a la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse con esmerada excelencia.
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El indicador fundamental de un hombre no es dónde se encuentra en momentos de comodidad y conveniencia, sino dónde se encuentra en tiempos de desafÃo y controversia.
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Llega un momento en que la gente se cansa de ser expulsada de la luz del sol, de los mosquitos de la vida de julio y se queda de pie en medio del escalofrÃo penetrante de un noviembre alpino.
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