Frases de Maldad

El que desde sus primeros años se acostumbra a la maldad, hace luego del crimen un arte.

No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena.

Hay quienes usan este tipo de lenguaje como broma o chiste, sin embargo estas palabras nunca deben tomarse a la ligera ya que suelen resultar ofensivas para quien las recibe. En definitiva, las frases de maldad siempre deben evitarse por el daño emocional que causan a otros individuos.

El número de malhechores no autoriza el crimen.

Antes con buenos hurtar, que con malos rezar.

No hay cosa encubierta, que a mal no revierta.

Al bueno, buscarás, y del malo, te apartarás.

Quien hace mal, aborrece la claridad.

El malo, ni pariente, ni hermano.

[A tu mujer] Ámala, sirve y regala ;con celos no le des pena;que no hay mujer que sea buena si ve que piensan que es mala.

Hombre ocioso, rara vez será virtuoso. No haciendo nada se aprende a hacer el mal.

El cerebro de un hombre ocioso es el taller del diablo.

¿Nací mona y también hija de puta o la sociedad me ha hecho así? No dejo de planteármelo.

Si la mujer fuera buena, Dios tendría una.

La mujer, sólo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto.

Cuando soy buena, soy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor.

Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.

El malvado descansa algunas veces, el necio jamás.

El más irreprochable de los vicios es hacer el mal por necedad.

Había cometido una villanía aquel día y que sería imposible repararla. Entonces me roía interiormente. Me roía, me desgarraba a dentelladas, bebía largamente mi amargura, me saciaba de ella de tal modo, que al fin experimentaba una especie de debilidad vergonzosa, maldita, en la que saboreaba una verdadera voluptuosidad. ¡Sí, lo repito: una verdadera voluptuosidad!

Por primera vez, dudaba de que la bondad humana superase verdaderamente a la maldad.

Muchos son los caminos que conllevan al lado oscuro, el odio lleva a la ira, la ira lleva a la venganza.

¿Qué hay de más desesperante en la tierra que la imposibilidad en que se halla el hombre feliz de ser infortunado y el hombre bueno, de ser malvado?

Cuando una persona no comprende instintivamente lo que es bueno y lo que es malo, es un tonto o un granuja.

Los malvados se burlan en público de los hombres de bien, y en secreto los respetan y envidian..

Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa.

Quien beneficia a los malos, perjudica a los buenos.

¿Dios está dispuesto a prevenir la maldad pero no puede? Entonces no es omnipotente. ¿No está dispuesto a prevenir la maldad, aunque podría hacerlo? Entonces es perverso. ¿Está dispuesto a prevenirla y además puede hacerlo? Si es así, ¿por qué hay maldad en el mundo? ¿No será que no está dispuesto a prevenirla ni tampoco puede hacerlo? Entonces, ¿para qué lo llamamos Dios?

Diablo te hiciste, porque padre no tuviste.

Sabemos que cuando nuestra mente es impura porque estamos enfadados con un amigo, lo vemos como una mala persona; pero cuando es pura debido a que sentimos amor afectivo por ese mismo amigo, lo vemos como una buena persona.

Las cualidades del alma son las mismas que las del espíritu encarnado en nosotros, de modo que el hombre de bien es encarnación de un espíritu bueno y el hombre perverso lo es de un espíritu impuro.

Tal vez todo eso del gatilleo eréctil sea porque Dios quiere castigarme. Él ve todas las cosas buenas y malas, y yo he hecho muchas cosas malas: miento a Jill, no saco la basura... he matado a 21 personas.

El bueno y el malo, si no es en esta vida, en la otra tendrán su pago.

El malo a muchos empece, y al fin perece.

Decidió Zeus en pasados tiempos que Hermes grabase en conchas las faltas de los hombres, depositando estas conchas a su lado en un cofre para hacer justicia a cada uno. Pero las conchas se mezclaron unas con otras, y unas que llegaron después que otras, pasaron antes por manos de Zeus para sufrir sus justas sentencias. Por eso no nos incomodemos cuando los malhechores no reciben pronto su merecido castigo. Tarde o temprano les llegará su turno.

Cualquiera que haya leído Historia de España sabe que aquí hemos sido todos igual de hijos de puta.

No puede existir un valor digno de alabanza si no va acompañado por la prudencia. Realmente, todo lo que entre los hombres carece de buen sentido, no puede ser más que maldad e injusticia.

Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado de los malvados que insinúan hacer lo incorrecto.

Niño malo no castigado, hácese más osado.

Más vale ser un buen pobre, que un mal rico.

Todavía vivimos bajo el influjo de argumentos demagogos y absurdos, que aseguran, con una simpleza insensata, que el pobre es bueno porque es pobre y el rico es malo porque tiene más.