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Frases de Julio Cortázar

Frases de Julio Cortázar

Fue un escritor, traductor e intelectual argentino. Sin renunciar a su nacionalidad argentina, optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el régimen militar argentino.

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  • Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.



  • Mira, sólo hay un medio para matar los monstruos; aceptarlos.



  • Yo creo que te comprendo, vos buscas algo que no sabes lo que es. Yo también y tampoco sé lo que es. Pero son dos cosas diferentes.



  • Cada vez iré sintiendo menos y recordando más.



  • Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.



  • El tiempo vuela, como dice Gustave. Uno cree que es lunes y ya estamos a jueves. El otoño se termina, y de golpe es pleno verano.



  • No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.



  • ¿De qué sirve un escritor si no puede destruir la literatura? Y nosotros... ¿de qué estamos si no ayudamos tanto como podamos en esa destrucción?



  • En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados.



  • Siempre he sabido que las grandes sorpresas nos esperan allí donde hemos aprendido a no sorprendernos de nada, es decir, donde no nos escandalizan las rupturas del orden.



  • Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría.



  • Los caminos del Che son infinitos.



  • Sería como vivir sujeto a un pararrayos en plena tormenta y creer que no va a pasar nada.



  • Mucha servidumbre, excesiva sensibilidad, una tristeza frecuente.



  • Yo ya era así antes de que tú llegaras, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que llegaras yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta.



  • Tengo suficiente inteligencia como para empezar a destruirla ventajosamente.



  • Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.



  • Los recuerdos son siempre un asco...



  • La besaron tanto entre Inés y su madre que le quedó la cara como caminada, blanda y oliendo a rouge y polvo rachel de Coty, húmeda alrededor de la boca, un asco que el viento le sacó de un manotazo.



  • Hacés mal en ilusionarte, yo estoy lejos de todo. Tan lejos que me da asco.



  • Esa vida en permanente incertidumbre de las islas y de la tierra firme y de toda Nicaragua y no solamente de toda Nicaragua sino de casi toda América Latina, vida rodeada de miedo y de muerte.



  • Cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire.



  • La humanidad empezará verdaderamente a merecer su nombre el día en que haya cesado la explotación del hombre por el hombre.



  • Y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y despedidas y tickets de metro.



  • Siempre he sabido que las grandes sorpresas nos esperan allí donde hayamos aprendido por fin a no sorprendernos de nada, entendiendo por esto no escandalizarnos frente a las rupturas del orden.



  • El equilibrio depende de tan poco y lo pagamos a un precio tan alto, que los breves instantes que siguen al posado y que deciden de su perfección nos arrebatan como de nosotros mismos, arrasan con la tigredad y la humanidad en un solo movimiento inmóvil que es vértigo, pausa y arribo.