Frases de Jean Cocteau

Fue un poeta, novelista, dramaturgo, pintor, ocultista, diseñador, crítico y cineasta francés.

Mi pesimismo no es sino una variedad del optimismo.
Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentiras a medias, de ningún modo es una media verdad.
Si prefiero a los gatos antes que a los perros, es porque no hay gatos policías.
Dios no habría alcanzado nunca al gran público sin ayuda del diablo.
La mascota de todos es la mejor. Eso engendra ceguera mutua.
El poeta es un mentiroso que siempre dice la verdad.
Me encantan los gatos porque me gusta mi casa; poco a poco, se convierten en el alma visible de mi hogar.
La historia es una combinación de realidad y mentiras. La realidad de la historia llega a ser una mentira. La irrealidad de la fábula llega a ser la verdad.
Es cierto realismo consiste en la revelación de las cosas sorprendentes que la costumbre mantiene cubierto y nos impide ver.
El poeta nunca pide admiración, quiere ser creído.
El hombre busca escapar de sí mismo en mito, y lo hace por cualquier medio a su disposición. Las drogas, el alcohol, o mentiras. No puede encerrarse en sí mismo, se disfraza. Las mentiras y la inexactitud le dan unos momentos de comodidad.
La mayor obra maestra de la literatura es sólo un diccionario fuera de orden.
La juventud sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere.
Tome un lugar común, limpiarlo y pulirlo, encenderlo para que produzca el mismo efecto de la juventud y la frescura y la originalidad y la espontaneidad como lo hizo originalmente, y que ha hecho el trabajo de un poeta. El resto es literatura.
He perdido a mis siete mejores amigos, es decir, Dios ha tenido misericordia de mí siete veces sin darme cuenta. Me prestó una amistad, me la quitó, me envió otra.
Toma un lugar común, limpio, púlelo y púlelo, enciéndalo para que produzca el mismo efecto de juventud y frescura y originalidad y espontaneidad que tenía originalmente, y has hecho un trabajo de poeta. El resto es literatura.
A Picasso, hasta los que le detestan, le soportan, porque nunca usa el talento. Sólo usa el genio. Sus obras nunca son pensamientos. Son actos.
No soy yo quien se vuelve adicto, es mi cuerpo.
Plantearse los menos problemas posibles es la única manera de resolverlos.
Los poetas no dibujan. Desentrañan su letra y luego amarran otra vez, pero de otra manera.
Un egoísta es aquel que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tú te estas muriendo de ganas de hablarle de ti.
El tacto en la audacia es saber hasta dónde se puede ir demasiado lejos.
La gran tragedia de un poeta consiste en ser admirado por aquello precisamente que todos interpretan mal.