Frases de Hospitalidad

Los hombres son ricos sólo en medida de lo que dan. El que da un gran servicio recibe una gran recompensa.

Yo no sé de ningún gran hombre, excepto de aquellos que han prestado un gran servicio a la raza humana.

Navidad es la temporada para encender el fuego de la hospitalidad en la sala, la llama genial de la caridad en el corazón.

Cultura se relaciona con los objetos y es un fenómeno del mundo; la hospitalidad se relaciona con la gente y es un fenómeno de la vida.

¿Cuál es la esencia de la vida? Servir a otros y hacer el bien.

Cuando vendo licor, se llama piratería, y cuando mis clientes se sirven en Lake Shore Drive, se llama hospitalidad.

Cuando vayas convidado, no comas más de lo acostumbrado.

Como buen anfitrión me veo obligado a ofrecerles una cerveza. ¡Pero estoy tan furioso... que va a ser toda espuma!

Casa de Dios, casa de tos.

Una linda mujer es un huésped bienvenido.

Yo me adhiero siempre a la política de la gente a cuya mesa me siento, o bajo cuyo techo duermo.

Un huéspedjovial no es peso para nadie.

Convidar es asumir la responsabilidad del bienestar del convidado durante el tiempo que está bajo nuestro techo.

Para el que se convida, no hay mala comida.

Bendito sea ese rincón, adonde sus habitantes se retiran gozosamente a descansar de su trabajo y a preparar el fuego vespertino en el hogar; bendita sea esa mansión, donde la necesidad y el dolor encuentran un reparo y donde el extraño halla dispuesto un asiento; benditos sean esos festejos adornados con sencilla abundancia donde se congregan los allegados y parientes de la vecindad y celebran, con amplias risas, chistes y bromas familiares, o escuchan con sincera condolencia la noticia de algúndesgraciado suceso o bien obligan a algún tímido forastero à acompañarles en su comida, y aprenden el modo espléndido de hacer el bien.

La misma bajeza comete quien anima a su huésped a que se vaya, cuando éste no quiere hacerlo, que quien se lo impide cuando lo desea. Hay que agasajar al huésped cuando está en tu casa, pero también despedirlo si lo desea.

En griego antiguo la palabra que se usa para designar al huésped, al invitado, y la palabra que se usa para designar al extranjero, son el mismo término: xénos.

Sed amables con los forasteros, ya sea que provengan de Turquía, Japón, Persia, Rusia, China o de cualquier otro país del mundo. Ayudadles a que se sientan como en su propia casa, y procurad que sus vidas sean un poco más agradables. Pues esta bondad ayudará a que sean mejores.

Tan mal esta dar prisa para que se marche al huésped que no la tiene, como retener al que quiere partir. Al forastero hay que agasajarle mientras está con nosotros, y cuando quiera marchar facilitarle la partida.

El que se porta gentil y cortésmente con los extranjeros, demuestra ser ciudadano del mundo.

En la hospitalidad la buena voluntad es la que más vale.

Lo que es la vida mi teniente. Aquí en pelotas... y ni enemigos ni ná. Y, además, nos invitan a desayunar.

Dame pan, chorizos y cama, y te amaré mañana.

Ruin que se convida, deja a todos sin comida.

Con viandas ajenas, no cuesta dar cenas.

Cuando tengas un convidado, añade algo a lo acostumbrado.

Casa de Dios, casa de tos.