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Frases de Herman Melville

Frases de Herman Melville

Fue un escritor y poeta estadounidense nacido en Nueva York en 1819. Sus principales obras son Moby Dick, Billy Budd y Bartleby y el escribiente. Su obra se caracteriza por su crítica social, sus metáforas y su afán por explorar temas como la moral y la insatisfacción humana. Su estilo literario es considerado una influencia importante para la generación posterior de escritores estadounidenses. Melville murió en 1891, pero su obra sigue siendo leída y disfrutada por lectores de todo el mundo.

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  • No podemos vivir por nuestra cuenta. Miles de fibras nos conectan con nuestros semejantes.



  • Es mejor fracasar en la originalidad que triunfar en la imitación.



  • La amistad a primera vista, al igual que el amor a primera vista, es la única verdad.



  • No existe un filósofo capaz de comprender tan bien como un perro o un caballo.



  • Es mejor fracasar siendo original que tener éxito imitando.



  • No está en ningún mapa, lugares verdaderos nunca lo son.



  • Hay algunas empresas en las que un desorden cuidado es el verdadero método.



  • No hay dignidad en la maldad, ya sea en color morado o trapos, y el infierno es una democracia de los demonios, donde todos son iguales.



  • No podemos vivir sólo para nosotros mismos. Miles de fibras nos conectan con nuestros semejantes.



  • La ignorancia es el padre del miedo.



  • La ignorancia es el padre del miedo.



  • En este mundo, compañeros de barco, el pecado que paga su camino puede viajar libremente y sin pasaporte; mientras que la virtud, si es pobre, se detiene en todas las fronteras.



  • El marinero es franco, el marinero es delicado. La vida no es un juego con el marinero, exigiendo la cabeza larga.



  • Hay algo mal en el hombre que quiere ayuda. En algún lugar hay un defecto profundo, un deseo, en resumen, una necesidad, una necesidad imperiosa, en algún lugar de ese hombre.



  • Cada vez que me siento cada vez más sombrío […] en silencio me subo al barco. Casi todos los hombres en su grado, en algún momento u otro, albergan casi los mismos sentimientos hacia el océano que yo.



  • La esperanza es la lucha del alma que se desprende de lo perecedero y da fe de su eternidad.



  • La amistad en sí misma solo puede ser mantenida por el respeto recíproco, y los verdaderos amigos son iguales puntual.



  • La inmortalidad no es más que ubicuidad en el tiempo.



  • Permítanos hablar, aunque mostremos todos nuestros defectos y debilidades: porque ser consciente de ello y no esconderlo es una señal de fortaleza.